A los jóvenes les encantan las aplicaciones prácticas e innovadoras que proliferan en Internet, pero algunas son falsas y distan mucho de ser lo que parecen, por lo que es fundamental saber distinguirlas. Una aplicación falsa está diseñada para imitar a una auténtica, replicando el aspecto y las características de la verdadera para que te la descargues con confianza en tu teléfono móvil, tableta u ordenador. Una vez descargada, puede provocar distintos problemas.
La aplicación falsa puede integrar contenido malicioso como malware y hacer que tu dispositivo funcione de forma impredecible o extraña. Algunas aplicaciones falsas están diseñadas para robar información personal, mientras que otras muestran anuncios de forma agresiva en los dispositivos. Por desgracia, puede ser muy difícil identificar las aplicaciones falsas y cometer un error puede salir caro. A continuación, tienes nueve maneras de ayudaros a ti y a tu hijo a evitar problemas: