Hoy en día, la gestión del riesgo tiene más riesgo que nunca.
Las empresas se enfrentan a una serie de fuerzas reputacionales, ambientales, regulatorias y sociales. Para abordar este complejo escenario, la alta dirección (C-suite) debe buscar aceptar el riesgo como un creador de valor y transformar fundamentalmente su enfoque.
La encuesta global de KPMG realizada a 400 ejecutivos revela que sus principales prioridades para los próximos años son adaptarse a nuevos tipos de riesgo y adoptar análisis avanzados e inteligencia artificial. A medida que las organizaciones alineen la gestión de riesgos con los objetivos estratégicos, será esencial una colaboración más estrecha en toda la empresa.