En un mundo cada vez más interconectado y orientado al dato, la confianza se ha convertido en un valor diferencial. Los usuarios esperan que las organizaciones gestionen su información con responsabilidad, transparencia y rigor. Al mismo tiempo, los reguladores han intensificado su actividad, impulsando un marco normativo más amplio, exigente y transversal que abarca desde la protección de datos personales hasta la inteligencia artificial, la ciberseguridad o la economía del dato.
Este nuevo escenario plantea un reto estratégico para las organizaciones: proteger los derechos de los individuos, cumplir con múltiples normativas en evolución y, a la vez, seguir innovando y generando valor. La privacidad ya no es solo una cuestión legal, sino un pilar esencial de la reputación y la competitividad empresarial.
Desde KPMG, ayudamos a nuestros clientes a integrar la privacidad en sus procesos. Lo hacemos con un enfoque ético, riguroso y adaptado a cada realidad, combinando conocimiento jurídico, visión tecnológica y experiencia sectorial. Nuestro objetivo: construir entornos digitales más seguros, responsables y confiables para todos.