Para ofrecer una experiencia de compra fluida y omnicanal, es esencial comprender qué camino recorre el consumidor. Como organización, esto implica ir más allá del análisis de datos aislados y apostar por un enfoque integral que permita personalizar experiencias, mejorar la eficiencia operativa y proporcionar más autonomía a los empleados en cada punto de contacto con los consumidores.
Ante un mercado saturado de opciones a elegir, los consumidores buscan experiencias más personalizadas y sencillas. Para destacar, los minoristas deben entender y actuar en función de la relevante información que contienen los datos, y no solo recopilarlos. Pero, ¿están los minoristas aprovechando de forma eficaz el poder de los datos para avanzar ante este complejo entorno y superar las expectativas de sus clientes?