La inteligencia artificial (IA) está transformando empresas e industrias a un ritmo sin precedentes. Desde la automatización de la detección de fraudes hasta la mejora de las estrategias de marketing y optimización de la gestión de la cadena de suministro, el potencial de la IA parece ilimitado.
Sin embargo, la ampliación de casos de uso de IA aislados a una transformación a nivel de toda la empresa presenta vulnerabilidades. Los cambios a gran escala sin una estrategia de gobernanza sólida pueden exponer a las empresas a riesgos como violaciones de seguridad, violaciones de datos y posibles daños a la reputación de su marca.