La pandemia por COVID-19 continúa teniendo un impacto significativo, tanto a nivel humano como económico. Gobiernos y organizaciones afrontan el reto de adaptar su estrategia, implementar soluciones tecnológicas y poner en marcha planes de continuidad para dar respuesta a las necesidades de empleados, clientes y grupos de interés.
Con la evolución de la crisis, es imprescindible que las compañías trabajen de forma continua para anticipar, adaptarse y gestionar los riesgos, además de evaluar si su estrategia responde de forma adecuada al actual entorno. Para facilitar esta compleja labor a las compañías, KPMG ha desarrollado un sistema estructurado en cuatro fases: Reacción, Resiliencia, Recuperación y Nueva Realidad.
A través de estas cuatro R, las empresas podrán disponer de una hoja de ruta y la respuesta a sus necesidades en base a su adaptación a la era post COVID-19: desde asegurar la continuidad de su negocio en la fase de reacción al aprovechamiento de oportunidades que trae consigo la nueva realidad.