La asociación define un protocolo y diseña un sello. KPMG asiste resolviendo dudas que pudieran surgir en la asociación, apoyándose siempre en las best practices internacionales.
Las distintas compañías que implementen el protocolo, y tras superar una revisión por parte de KPMG, podrán obtener el sello BSafe a través de la asociación, demostrando así que operan en un entorno seguro.