Durante los últimos años, la inflación ha incrementado significativamente los costes siniestrales, reduciendo la rentabilidad y aumentando la presión sobre las primas por la necesidad de incrementar estas.
Estas subidas tradicionalmente vienen acompañadas de un incremento en las tasas de caídas si no se realizan de la manera óptima teniendo en cuenta la propensión a la caída de cada asegurado.
Para ello, desde KPMG planteamos un modelo donde se relacionan por un lado las caídas, identificando las variables que más las afectan, y por otro lado la prima de riesgo de cada asegurado, obtenida en base a su histórico de siniestralidad y sus características.
Gracias a esta relación, se maximiza la subida de las primas minimizando la tasa de caídas consiguiendo una optimización del margen por póliza asegurando que el modelo no incurre en prácticas abusivas o “price walking” mediante el establecimiento de las limitaciones necesarias al mismo.