El aumento de las enfermedades crónicas a medida que la población envejece está creando una necesidad cada vez más acuciante de que la información sanitaria de los pacientes fluya entre los distintos centros sanitarios, así como dentro de ellos. Para los países y territorios que deseen implantar sistemas regionales de expedientes médicos, puede ser útil aprender de otros territorios.
Este artículo ofrece una visión general del trabajo que está realizando Italia para implantar de manera generalizada las historias clínicas electrónicas (HCE) en sus regiones con el fin de conectar los distintos estratos de proveedores sanitarios.
El intercambio de información entre distintos médicos que atienden a un mismo paciente no es nada nuevo. Lleva cientos de años produciéndose dentro de las paredes de los hospitales, ya sea verbalmente, mediante el intercambio de notas físicas o, en las últimas décadas, a través del expediente clínico electrónico (ECE).
La hospitalización no suele ser el único capítulo de la historia. El envejecimiento de la población en muchas partes del mundo está provocando un aumento de las enfermedades crónicas. El paciente típico de hospital ya no ingresa por un episodio puntual de enfermedad aguda. Más bien, se les atiende en una combinación de entornos, desde el hogar hasta el ambulatorio y el hospital. En el pasado, mientras los pacientes se desplazaban entre estos entornos, los datos recopilados y generados por el personal médico en cada entorno asistencial no seguían a los pacientes.
Se trata de un problema a escala mundial. Una investigación de la Partnership for Health System Sustainability and Resilience (PHSSR) reveló que la interoperabilidad de los sistemas digitales —vital para mejorar la coordinación entre la atención primaria, la salud pública, la atención social, la salud mental y la atención hospitalaria— constituye un reto en muchos países.
Además de la necesidad de una asistencia interconectada digitalmente en distintos entornos, la investigación de la PHSSR también destaca la necesidad de interoperabilidad digital e identidades digitales únicas de los pacientes. En lugar de expedientes clínicos aislados en manos de distintos proveedores sanitarios, los pacientes deben disponer de una HCE unificada que contenga toda su información sanitaria y que pueda remontarse hasta el nacimiento. Cualquier profesional sanitario que atienda a un paciente podría acceder a ese historial y añadirle datos.