El proceso de Autoevaluación de Riesgos y Controles (RCSA, por sus siglas en inglés) está evolucionando rápidamente, ofreciendo nuevas oportunidades a las organizaciones para salvaguardar sus intereses, reducir costes y mejorar su reputación.
El RCSA ha sido durante mucho tiempo la columna vertebral de la gestión del riesgo operativo, ayudando a las empresas a identificar, evaluar y gestionar sus riesgos y controles. Este proceso desempeña un papel crucial a la hora de ayudar a los altos directivos a tomar decisiones informadas y basadas en el riesgo. Sin embargo, los RCSA tradicionales se enfrentan a varios retos que llegan a limitar todo su potencial, como la ineficacia de los procesos manuales y los problemas en la calidad de los datos.
En este informe presentamos nuestra visión del futuro del RCSA, en el que la tecnología y los datos ocupan un lugar central. Para ello, hacemos hincapié en tres áreas clave:
- Cómo trabajar en un RCSA conectado y dinámico
- Que sea coherente y eficiente
- Informativo y que ofrezca un valor añadido.