Muchas familias empresarias se enfrentan a una nueva realidad desde el punto de vista de la creación de riqueza y la asignación de capital. Tras toda una vida donde el patrimonio familiar ha estado casi totalmente ligado a su negocio, se hace evidente la necesidad de reducir riesgos y diversificarlo. Este es un motor clave para las familias que buscan un patrimonio más independiente, especialmente para las nuevas generaciones que dominan la tecnología y están deseosos de emprender su propio recorrido empresarial.

Las familias empresarias son bien conocidas por sus estrategias de capital paciente, centradas en la creación de valor a largo plazo y no en la búsqueda de resultados inmediatos. El propio concepto de «capital» y la forma de asignarlo están evolucionando, y la idea del capital paciente es cada vez más amplia e inclusiva. No solo incorpora el uso de los activos financieros tangibles de la empresa, sino que ahora también abarca las fuentes menos tangibles de capital social y humano, que suelen reflejarse en el propósito y los valores de la familia.

KPMG Private Enterprise quería conocer de primera mano la opinión de los directivos de las empresas familiares sobre el significado de la riqueza en sus familias y compañías, y cómo la están aumentando y preservando mediante la asignación estratégica de todos sus activos empresariales y familiares tangibles e intangibles.

Para ello, se ha entrevistado a empresarios y directivos de empresas familiares de todo el mundo, así como a académicos y asesores de empresas familiares, a participar en mesas redondas y compartir sus experiencias. Como resultado, el informe “Hacia un nuevo concepto de riqueza en la empresa familiar”, elaborado por Consorcio Global STEP Project 2021 y KPMG Private Enterprise, analiza los casos de empresas familiares que aplicaron este enfoque de capital paciente a largo plazo con el objetivo de proteger sus negocios durante la pandemia.

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