El momento disruptivo que viven las empresas a nivel mundial ha situado a los responsables de la cadena de suministro en el punto de mira, demandando de ellos respuestas ágiles con el objetivo de mantener la normalidad en la actividad de la empresa.
La cadena de suministro está convirtiéndose en un elemento prioritario para garantizar los objetivos de crecimiento empresariales, pasando de su tradicional rol como función de middle office a integrarse con las operaciones del front office.
En este sentido, la mayor integración con áreas como la comercial permite a los responsables de compras una mayor visibilidad sobre los requerimientos de los clientes, facilitando una mayor agilidad de respuesta, elemento fundamental en la experiencia del cliente.
Tal y como recoge el informe "Supply chain: the big picture" publicado por KPMG International, el nuevo modelo operativo recoge una cadena de suministro totalmente integrada con el resto de la compañía gracias a la tecnología y en el que el cliente se sitúa en el centro de la estrategia empresarial.
