El 91% de las empresas instalará paneles fotovoltaicos
La inflación pone de manifiesto la importancia de los mercados energéticos.
La inflación pone de manifiesto la importancia de los mercados energéticos.
- Las energías de fuente renovable crecieron un 6,4% en junio de 2023 respecto al mismo mes del año anterior y la energía solar se consolida como la favorita entre los consumidores.
- Según la encuesta, el 45% de las compañías consideran que sus instalaciones energéticas tienen un nivel bajo de eficiencia, el 37% nivel medio y un 18% alto o muy alto.
- La elección por contratos de suministro a largo plazo crece tres puntos con respecto al periodo 2019, mientras que el 42% de las compañías mantiene contratos de suministros por un año.
- Solo el 43% de las empresas recibe asesoramiento de Empresas de Servicios Energéticos.
En un contexto económico y geopolítico marcado por la guerra de Ucrania, la crisis de las cadenas de suministros y la inflación han puesto de manifiesto la importancia de los mercados energéticos que se han visto sometidos a una elevada volatilidad. Ante la inestabilidad de los recursos energéticos los consumidores han cambiado sus hábitos de consumo para ajustarlos a las necesidades del momento que tienen como objetivo paliar los efectos adversos. Según la encuesta, la mitad de las empresas sufrieron modificaciones importantes en su consumo energético entre 2019 y 2021. Reducciones entre un 10% y 30% en el peor momento de la crisis sanitaria, con fuertes repuntes un año después.
En este sentido, el 32% de los encuestados afirman que ya cuentan con instalación fotovoltaica, y un 47% responde que a pesar de haber podido instalar la planta no lo han llevado a término. Sin embargo, nueve de cada diez empresas (91%) tienen prevista la instalación de paneles fotovoltaicos para favorecer el autoconsumo y apostar por el auge de las energías de fuentes renovables. De las empresas que ya cuentan con paneles, siete de cada diez empresas (73%) lo han hecho con inversión propia, y solo el 27% ha sido con financiación de terceros. Además, un 64% de los encuestados que tienen posibilidad de instalación de autoconsumo, estarían interesados en un autoconsumo compartido.
Según las previsiones y estimaciones a futuro de los mercados, el precio de las energías más utilizadas en la industria, además de la electricidad, como el gas y los carburantes seguirán siendo elevados durante los próximos años en comparación con el periodo prepandemia. En este sentido la Unión Europea lleva preparado una reforma del mercado eléctrico que ayude a los consumidores ante la volatilidad a corto plazo de estos recursos.
Ante la disyuntiva de los elevados precios y la escasez de los suministros surgen nuevas soluciones que ayudan al mercado y las inversiones realizadas en energías renovables tendrán un efecto favorable en la reducción de los precios de la energía. En junio de 2023, se produjo un incremento del 6,4% en este tipo de energía frente al periodo del año anterior. Esto supone que el 46% de la energía generada proviene de fuentes renovables, siendo la generación solar fotovoltaica líder (17,9%) según datos de Red Eléctrica.
Gestión energética en las compañías
La radiografía de la situación actual muestra el interés creciente por las renovables, en especial, las plantas fotovoltaicas. Mediante la aplicación de acuerdos a largo plazo se busca de manera prioritaria reducir costes. Según la encuesta realizada por KPMG, para el 27% de las empresas el coste energético supone entre un 5% y un 15% de la facturación, mientras que, para más de la mitad de los encuestados solo supone menos del 5%. A pesar de que la gestión de los activos energéticos es clave para el margen de las compañías, el 49% de los encuestados carece de equipo o departamento especializado.
La buena organización y el ahorro de la energía son indispensables para implementar una gestión eficiente tratando de sacar el máximo partido a la energía contratada. En este sentido, el 73% de las empresas consultadas lleva a cabo ejercicios para optimizar al máximo la relación entre la potencia contratada y el consumo, en un contexto, en el que el 42% de las compañías admiten que registran desviaciones sobre la previsión de la demanda. Para obtener un máximo rendimiento de la energía contratada, el 41% de los encuestados recibe ayuda de asesorías externas, un 20% se lo encargan a la empresa comercializadora y un 39% de los encuestados lo dejan en manos de departamentos internos. Solamente un 43% de las empresas preguntadas tienen asesoramiento de Empresas de Servicios Energéticos.
Para poder llevar a término la eficiencia energética por parte de las compañías no sirve simplemente con una buena gestión de los activos si no, que se precisa de instalaciones acordes a la situación que se requiere. En este sentido, el 45% de los encuestados afirmaron que cuentan con una eficiencia en sus instalaciones de nivel medio, asimismo, el 37% indican que el estado de sus instalaciones es de nivel bajo y, solamente, el 18% de las organizaciones consideran alto o muy alto el nivel de sus activos.
Evolución del consumo energético
La vuelta a la normalidad productiva, unida al conflicto en Ucrania, ha producido fuertes repuntes en el consumo eléctrico. Lo que se traduce en que el 33% de las encuestados tuvieron que aumentar su gasto entre un 10% y 30%, y a más de la cuarta parte (28%) a incrementos por encima del 30%. Siendo los sectores del transporte e industria los más afectados.
De la misma manera que la electricidad, el consumo de gas y gasóleo ha registrado importantes variaciones a la par que la actividad económica. Durante los periodos de 2019 a 2021, el 43% de las empresas ajustaron su consumo de gas a las necesidades del momento. Esto se tradujo en que entre el 2019 y 2020 casi un tercio de las compañías registró caídas del consumo por encima del 30%, un 14% de las empresas recortó entre el 10% y 30%, y un 21% de los encuestados menos del 10%. La recuperación de la actividad económica elevó el consumo en el 72% de las compañías.
Por su parte el gasóleo, clave en el sector transporte, sufrió modificaciones sustanciales y caídas hasta la mitad en el 45% de las empresas consumidoras de esta energía. Entre los periodos de 2019 y 2020, el 33% de las compañías tuvieron una disminución en el gasto menor de un 10%. Y el 50% de los encuestados una disminución mayor del 30%, solo en el 17% de las empresas sufrieron un incremento superior al 30%. Por el contrario, durante el proceso de recuperación económica, el 42% de las empresas consultadas sufrieron incrementos mayores al 30% y solo el 25% sufrió una disminución mayor del 10% entre los años de 2020 y 2021.
Contratación el mercado energético
La mayoría de los encuestados adopta decisiones de corto plazo para su contratación energética. Prueba de ello, es que el 34% de las organizaciones lanzan licitaciones con una antelación entre tres y seis meses. Solo un 27% optan por lanzar licitaciones con más de seis meses de plazo, el 25% entre uno y tres meses, y el 14% de las compañías lanzan las licitaciones con menos de un mes de antelación. Los consumidores consultados en el estudio contratan mayoritariamente (83%) la energía en el mercado nacional y en el 26% de los casos con plena autonomía de la central. Mientras que un 17% opta por contratación a nivel internacional.
En materia de longevidad de los contratos, el 42% de las empresas consultadas apuestan por acuerdos de duración de un año, el 31% por contratos a dos años y, solamente, un 1% de los encuestados optan a contratos a largo plazo superiores a 10 años. En este sentido, la modalidad PPA (Power Purchase Agreement), acuerdos de compraventa de energía entre un suministrador y un comprador, se muestra como una medida eficaz ante la volatilidad del mercado energético y como una alternativa a los contratos de corta duración ya que se consigue marcar un precio contractual a largo plazo. La contratación PPA ha crecido ligeramente durante los últimos años, en 2019 un 21% de las empresas contrataban entre un 81% y un 100% de su suministro con esta modalidad, mientras que en 2022 ascendió tres puntos hasta alcanzar el 24%.
En 2022, este tipo de contratos se dividen en físicos (69%), desde una planta de producción al cliente, y financieros (31%), acuerdos del volumen de energía a entregar, el precio, el plazo y un índice o precio de referencia del mercado. Durante el periodo de 2019 a 2021, el 88% de las compañías escogieron a las comercializadoras como principal proveedor, produciéndose un ligero descenso (84%) en el año 2022.
Sobre este informe
‘La gestión energética en las compañías españolas’ es un informe realizado por KPMG basado en una encuesta realizada entre junio de 2022 y enero de 2023 en la que han participado más de 200 empresas de distintos sectores: Industria (24%), automoción (10%), infraestructuras y construcción (6%), distribución (5%), consumo(5%), servicios a empresa (5%), turismo (4%), tecnología (4%), inmobiliarias (4%), transporte (3%), sanidad (3%), sector público (3%), banca (3%), química (3%), farmacéuticas (2%), sector financiero (2%) y otros sectores (14%).