Daniel Rodriguez, Executive, Digital Forensics & Incident Response
A principios del año 2021 regresaba de realizar un programa de movilidad Erasmus en Portugal y me encontraba en busca de realizar las prácticas curriculares de mi doble grado universitario. Siendo mi primera experiencia profesional en lo que concierne a mi ámbito de estudio me sentía con muchas ganas e ilusión de poder poner en práctica todo lo aprendido en la universidad, y por otro lado, con motivación para aprender y desarrollarme profesionalmente en una empresa.
Afortunadamente, en febrero me contactaron desde KPMG ofreciéndome la oportunidad de realizar el proceso de selección para el Programa Rocket. En ese comunicado me explicaban las bases del Programa: un contrato de prácticas de hasta 6 meses de duración, en mi caso, en el departamento de Digital Forensics & Incident Response, abreviado en siglas, DFIR.
Fue un proceso de selección bastante diferente a lo que había vivido anteriormente, por causa de la pandemia, fue todo online. Para daros una idea y sin ánimos de revelar secretos os cuento un poco:
Primero de todo pasé una entrevista telefónica con el encargado de recursos humanos que me reclutó y, posteriormente, me envió unos datos y un enlace para que me descargase una aplicación en el ordenador y poder realizar unas pruebas lógico-matemáticas online. Cabe destacar que fueron unos juegos muy dinámicos de memoria, rapidez mental e inteligencia, que me parecieron bastante entretenidos, y a la vez desafiantes ya que requerían de la máxima concentración.
A continuación, fui invitado a una dinámica de grupo, de nuevo online. En la dinámica nos juntaron a unas 6-8 personas que, sin conocernos, formábamos parte del mismo equipo de trabajo teniendo que realizar una propuesta para solucionar un problema socioeconómico real. Sin duda ésta fue la prueba que más me gustó porque pude demostrar mis habilidades y enfrentarme, junto al resto del equipo, al reto de dar una respuesta a un proyecto innovador.
Por último, después de terminar la dinámica de grupo, realicé una entrevista con dos personas del departamento DFIR, donde me expusieron en qué consistía su día a día, qué hacían y cómo se trabajaba dentro del equipo, además de las necesidades particulares del rol ofertado.
Todo lo que me comentaron me llamó mucho la atención y me suscitó bastante interés, ya que vulgarmente explicado, es como si fuésemos del departamento forense del CSI Miami, pero trasladado al mundo tecnológico. Para ponernos en contexto, las evidencias con las que trabajamos son dispositivos electrónicos que nuestros clientes nos piden analizar con el objetivo de llevar a cabo investigaciones cibercriminales y de fraude entre otras, y posteriormente en algunos casos, realizar informes periciales que ratifiquen los resultados encontrados en todo el procedimiento
Desde el principio, siendo la primera vez que entablaba conversación con ellos, me transmitieron muy buena vibración y confianza. Por otra parte, los valores que me expusieron del departamento y de la firma coincidían completamente con los míos.
Al estar contando mi historia desde dentro, es obvio que recibí y acepté la oferta, uniéndome a KPMG en abril 2021.
La Informática Forense
Mis primeras semanas incluyeron sesiones de On-Boarding organizadas por el personal de People de recursos humanos, en las que mediante videoconferencias de Microsoft Teams participábamos las nuevas incorporaciones del programa Rocket para presentarnos unos a otros, conocer internamente a la firma y resolver dudas en común, entre otras cosas.
Por otro lado, en mi departamento, desde el principio, me acogieron con los brazos abiertos y mis compañeros me formaron en todo el campo de DFIR, muy nuevo para mí, ya que pese haber estudiado Ingeniería Informática y ADE, este campo de la tecnología forense no aparece en la planificación de mi doble grado universitario.
He aprendido muchísimo durante mi etapa de prácticas, desde la preservación y adquisición de evidencias hasta su análisis, teniendo la oportunidad de observar a profesionales DFIR en situaciones reales. También he aprendido sobre el mantenimiento de nuestro laboratorio y sala de evidencias, cómo se procesa y almacena la información, los tipos de herramientas de software forense que utilizamos y para qué.
En este último apartado es donde he podido desarrollar más aun mis conocimientos técnicos. Por ejemplo, cómo determinamos si un email ha sido fraudulentamente fabricado o qué podemos inferir de los metadatos de un documento PDF, son algunos de los retos a los que nos enfrentamos día a día. Y volviendo al CSI Miami, siempre siguiendo procedimientos meticulosos y con herramientas de última generación.
Reflexionando sobre mi experiencia a día de hoy, lo que más me ha gustado de la Informática Forense es la oportunidad de enfrentarme a problemas nuevos y complejos, y saber que mi trabajo tiene propósito.
Y después…
Mis practicas finalizaban a finales de agosto. Felizmente, mi historia con KPMG no acabó ahí, incorporándome directamente como Executive del equipo DFIR.
Me motiva seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente en la Informática Forense. El ambiente que se respira no sólo en mi equipo y en el departamento Forensic, sino con compañeros de otras áreas con los que he tenido la oportunidad de trabajar es muy bueno.
Sin duda alguna mi experiencia en el Programa Rocket ha sido clave para que haya decidido continuar mi carrera profesional con KPMG.
“Comienzo” mi carrera en la firma con mucha ilusión y con la responsabilidad de devolver la confianza que han depositado en mí al renovarme, con resultados que se traduzcan en productividad y en aportar al equipo, al departamento y a nuestros clientes lo mejor de mí para mejorar y ser mejores profesionales.
Para concluir, me gustaría animar y recomendar a las personas que se encuentren en el principio de su carrera profesional y estén buscando dónde comenzarla, apuesten por la firma y en concreto por este programa. Ha sido una de mis mejores decisiones y me he sentido como en casa desde el primer día.