El sector del transporte a escala mundial contribuye aproximadamente al 15% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y que más del 91% de sus necesidades energéticas siguen cubriéndose con gasolina y gasóleo, se ha convertido en una necesidad urgente un cambio transformador hacia combustibles alternativos.
Incluso con los avances en la electrificación de los turismos, el sector del transporte sigue dependiendo en gran medida de los combustibles convencionales. El paso a los combustibles alternativos se enfrenta a varios obstáculos: distintos niveles de madurez tecnológica, infraestructuras insuficientes, costes más elevados que los de los combustibles tradicionales e incertidumbres sobre la reglamentación y el mercado. No obstante, existen diversas opciones de combustibles de transición y alternativos, como el gas natural, los biocombustibles y los combustibles sintéticos. Las compañías que adopten este tipo de combustibles en una fase temprana podrán beneficiarse de las ventajas que supone ser el primero en llegar al mercado, de los incentivos gubernamentales y de la mejora de los perfiles de sostenibilidad.
El informe de KPMG «Evolución de los combustibles en el transporte: El papel de los combustibles alternativos en el camino hacia la sostenibilidad», ofrece valiosas perspectivas y recomendaciones estratégicas para ayudar a navegar por este complejo proceso. El informe analiza la preparación y el potencial de diversos combustibles alternativos, como los biocombustibles, el gas natural, el metanol, el DME y los combustibles sintéticos, para sectores difíciles de electrificar como la aviación, el transporte marítimo y el transporte por carretera (incluidos los camiones de larga distancia y los autobuses interurbanos).