Desempeñar la función de consejero de una compañía implica una gran responsabilidad ante los accionistas y distintos grupos de interés. Si además el consejero es miembro de la Comisión de Auditoría, la responsabilidad se multiplica ante la creciente exigencia del marco regulatorio y la mayor demanda de transparencia y control por parte de los distintos grupos de interés.
Expertos de la firma de distintas áreas analizan y concretan casos prácticos para ayudar a las Comisiones a llevar adelante sus funciones, desde la creación de la propia Comisión a la supervisión del proceso de preparación de la información financiera, los sistemas de gestión de riesgos y de control interno, e supervisión y control, así como la interacción con la Auditoría externa, la Auditoría interna o la comunicación con los accionistas.