La actual situación ha llevado a las organizaciones a reinventarse, entender nuevamente las bases de su negocio y comprender cómo hacer frente a una de las peores crisis económicas de la historia.

Esta situación ha obligado a replantear la forma en que se ejecuta la operación en la mayoría de los departamentos, en específico, en la Tesorería Corporativa. Esta se ha transformado en un departamento estratégico como nunca se había necesitado, con la misión de brindar visibilidad y administrar los recursos financieros, y brindar guía para convertirse en un centro de generación de valor, que crea oportunidades de crecimiento para las organizaciones. Por razones como estas, la administración de riesgos en Tesorería Corporativa es crítica para ayudar a construir el enfoque estratégico que se necesita durante la nueva realidad.

 

En este sentido es importante mencionar la relevancia que ha comenzado a verse en el establecimiento de relaciones con socios estratégicos para facilitar la transformación de Tesorería Corporativa, tanto a nivel de proveedores, como con clientes y bancos. Los elementos clave para entablar relaciones con socios estratégicos son:

  • Establecer una evaluación de calidad continua, que permita la medición del producto o servicio, así como la relación entre las partes
  • Análisis de proveedores estratégicos, evaluando componentes indispensables para alcanzar el producto final o el servicio deseado
  • Monitorear el entorno de los socios estratégicos, por ejemplo: comunicación, soporte disponible, tendencias de la industria, etc.
  • Generación de servicios complementarios mediante redes de contacto, por ejemplo: factoraje, descuentos dinámicos o creación de negocio entre los participantes
  • Conocimiento del mercado en el que se desarrolla la organización por parte de los socios estratégicos
  • Automatización y digitalización de los procesos, derivado de la relación con socios estratégicos
  • Mantener una postura innovadora, de acuerdo con las características de la organización, que incremente el valor agregado para el cliente final, por ejemplo: esquema fintech o PSD2 implementado en Europa (payment service directive 2), en el que se espera obtener ahorros a mediano y largo plazo de entre 60% y 80 % en las comisiones por transaccionalidad con las instituciones financieras, así como un incremento de las operaciones financieras

 

En conclusión, es necesario considerar los puntos anteriores para lograr alianzas estratégicas que resulten de valor para la organización, estableciendo límites, responsabilidades y una comunicación abierta, que permita aprovechar las oportunidades como equipo, en beneficio del crecimiento de los participantes y de la sostenibilidad del negocio.

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