04/09/2020

 

A medida que el mundo se recupere de la pandemia de COVID-19 y del impacto económico y social a largo plazo que esta ha ocasionado, se irá instalando una nueva realidad cada vez más patente, que obligará a las organizaciones y líderes empresariales a actuar y establecer un nuevo tipo de resiliencia.

¿Cómo están reaccionando los negocios?

Principios de diseño para aprovechar oportunidades

Fuente: KPMG Economic Outlook, abril, 2020

Podría decirse que solo sobrevivirán y prosperarán aquellas empresas que diseñen su propio futuro, no las que asuman uno por defecto. En este sentido, es necesario crear asociaciones sólidas a escala global para generar aliados de valor en el mercado, interesados en fomentar una resiliencia multidimensional: financiera, operativa, comercial y comunitaria, que permita lograr un crecimiento sostenible en un mundo aún por descubrir.

 

Es tiempo de prepararse para una nueva realidad

Conforme se desactivan las medidas de distanciamiento social, las compañías necesitan prepararse y evaluar las opciones estratégicas con las que cuentan para contribuir a la recuperación y prosperar en la nueva realidad. Para ello es primordial centrarse en los grupos de interés, adaptándose a sus necesidades y conectándose con ellos digitalmente, tomando como base cinco principios de diseño para tener éxito en la nueva realidad.

 

1. Conectarse de forma inteligente

Clientes, fuerza laboral, socios, proveedores, inversionistas y comunidades se verán afectados de manera particular por las consecuencias de COVID-19. Ante ello, los negocios deben clasificar las necesidades de cada grupo y los múltiples puntos débiles que podrían afectarlos, y tomar las decisiones correctas que compensen este impacto.

 

2. Adaptarse para sobrevivir

Debido a los niveles de disrupción que hoy se viven, es necesario que las empresas se adapten al cambio, pero conservando la capacidad de replantear los planes en el futuro.

En este contexto, es necesario monitorear continuamente la posición financiera que guarda el negocio, la dinámica del mercado y las necesidades del cliente, para adaptar con rapidez productos, servicios y planificación de acuerdo con el análisis de los datos que se vayan encontrando.

 

3. Abrazar lo digital

Es previsible que en la nueva realidad la mayor parte del incremento en ingresos provenga de ofertas y operaciones digitales durante los próximos tres años. En este sentido, la transformación digital debe ir más allá de la oficina central, para garantizar que la organización se encuentre conectada integralmente a través de sus funciones de soporte e infraestructura, aprovechando las distintas ventanas de oportunidad en cuanto a innovación digital más allá del negocio principal o core business.

 

4. Crecer de forma responsable

Las empresas en general son cada vez más conscientes del imperativo de crecer de manera responsable, pues asumir una visión a largo plazo aumenta la probabilidad de que las acciones tomadas impulsen la creación de valor positivo.

La pandemia de COVID-19 ha llevado al mundo a reevaluar lo que es importante para la humanidad, y los consumidores se comprometerán de forma cada vez más exclusiva con empresas y servicios en los que puedan confiar para tomar decisiones bien pensadas, buscando elegir solo aquellas que cuenten con un enfoque sostenible.

 

5. Asociarse para el bien

Dejando atrás la mentalidad competitiva, actualmente las organizaciones deben buscar oportunidades para asociarse para lograr un bien mayor, combinando capacidades complementarias para establecer ecosistemas que satisfagan mejor las necesidades de las partes interesadas.

 

Sin duda, a partir del paulatino regreso a una nueva realidad, las empresas que generen valor sostenible a largo plazo para ellas mismas, pero también para sus grupos de interés, serán aquellas que definan su futuro hoy.

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