En un entorno caracterizado por incertidumbre, tecnologías emergentes y una creciente complejidad de los riesgos, las organizaciones enfrentan una presión constante por adaptarse y fortalecer su capacidad de respuesta.
En este sentido, la función de Auditoría Interna se posiciona como un pilar esencial para asegurar una gobernanza corporativa sólida, al ofrecer una visión independiente y objetiva que contribuye a una toma de decisiones más informada y estratégica.