El sector público en todo el mundo demanda modernización, innovación, mejora en la calidad de servicios, al igual que atención a las personas y transparencia para enfrentar las presiones causadas por crisis financieras y el rápido crecimiento de las poblaciones urbanas.
La resiliencia de los organismos gubernamentales ante los retos actuales impacta directamente los diversos ámbitos de la economía. Por ello, es necesario que las entidades públicas generen un plan de acción detallado para enfrentar exitosamente dichos desafíos.
Sin duda, las entidades públicas requieren un cambio de paradigma que se centre en las personas, integrando la tecnología y el diseño de políticas públicas para gestionar de manera eficiente la complejidad y variedad de asuntos que le competen, logrando un impacto positivo en la ciudadanía y su entorno.