En el entorno empresarial actual, caracterizado por una creciente complejidad y avances tecnológicos, la relación efectiva entre las distintas áreas dentro de la organización se vuelve cada vez más relevante. En este sentido, una de las relaciones clave para garantizar una gestión eficiente y transparente es la que se da entre la Dirección de Finanzas y el Comité de Auditoría. Cuando está bien alineada, no solo fortalece al control interno y la calidad de la información financiera, sino que también impulsa la generación de valor para la empresa y sus grupos de interés.
Ante el aumento de las responsabilidades de ambas partes, mantenerlas alineadas representa un reto complejo, pero indispensable para el desarrollo del negocio.