Por: Christian Andreani, Socio de Asesoría en Tecnología, Transformación y Ciberseguridad, y Adrián Flores, Director de Asesoría en Tecnología, Transformación y Ciberseguridad de KPMG México
En la actualidad, no cabe duda de que la revolución de las tecnologías inteligentes ha propiciado una mayor interconexión, lo que ofrece el potencial para transformar a diferentes industrias en los próximos años.
Los ejemplos de este cambio abundan como, por ejemplo, en la personalización de reportes de salud mediante el uso de dispositivos portátiles, en la optimización de la industria manufacturera con ayuda de la inteligencia artificial (IA), en la mejora de experiencias a través de realidad virtual y aumentada en la industria de retail, por mencionar algunos, los cuales, en conjunto, mejoran y hacen más eficiente el uso de información por parte de empresas y particulares.
Sin embargo, ante el aumento de la interconectividad, surgen preocupaciones relacionadas con riesgos de ciberseguridad que las organizaciones deben considerar. Desde nuestra perspectiva, existen cuatro elementos imprescindibles que están relacionados con el uso de tecnologías a corto y mediano plazo:
- Propiedad de la información
- Protección de dispositivos inteligentes
- Privacidad de la información
- Desafíos para una administración centralizada
Por lo tanto, para mejorar la seguridad, las compañías deben desarrollar estrategias de ciberseguridad, utilizar mecanismos de cifrado moderno y priorizar el blindaje de las aplicaciones empleadas.
Adicionalmente, la expansión de estas tecnologías implica nuevos riesgos y vulnerabilidades que anteriormente no se administraban en una red estándar de información, por lo que la ciberseguridad se ha convertido en un elemento clave para la protección de las redes de tecnologías de la información (TI) y las de tecnología operativa (OT, por sus siglas en inglés), especialmente por su capacidad de interconexión para compartir y mejorar la toma de decisiones.
En otras palabras, los sistemas de seguridad cibernética son un pilar fundamental para salvaguardar el funcionamiento seguro y eficiente de las infraestructuras críticas de las empresas. Como señala el reciente estudio de KPMG, The (CS)2 AI-KPMG Control System Cybersecurity Annual Report,1 es crucial para las organizaciones tomar acciones esenciales que permitan fortalecer la ciberdefensa en entornos industriales y redes OT, particularmente en tres aspectos: