Por: Javier Mundo, Socio Líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG en México

Durante 2023, el sector energético a nivel mundial continuará enfrentándose a las consecuencias de diversos desafíos, tales como las tensiones de la guerra entre Rusia y Ucrania, las disrupciones provocadas por COVID-19, las altas tasas de interés, los elevados niveles de la inflación y la expectativa de una recesión económica global.

En la más reciente edición de 2022 Global Energy CEO Outlook de KPMG International, se entrevistó a 138 CEO de compañías petroleras, de electricidad y energías renovables, con la intención de conocer su perspectiva sobre los riesgos más apremiantes para su industria: 87% señala la evidente recesión económica que estamos experimentando, mientras que 59% anticipa que esta será leve y de corta duración.

Lo cierto es que las organizaciones del sector están obligadas a innovar para mantener sus operaciones eficientes y buscar mecanismos de crecimiento mediante alianzas estratégicas, crecimiento orgánico, o bien aprovechar las oportunidades que pudieran presentarse en el mercado por fusiones y adquisiciones durante la segunda mitad del año.

Asimismo, el estudio condensa las prioridades más apremiantes para la Alta Dirección de esta industria:

  1. Tecnología

  2. Talento

  3. Aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG)
     

En este sentido, las y los CEO participantes señalaron la adopción de nuevas tecnologías como uno de los riesgos que pueden impactar en el crecimiento de sus empresas; en otras palabras, la estrategia de transformación digital debe ser cuidadosamente analizada para asegurarse de que soporta los objetivos de crecimiento organizacional.

Adicionalmente, las compañías deben incrementar su nivel de preparación para combatir posibles amenazas cibernéticas. Cabe destacar que, en 2022, 31% reconoce que su organización no cuenta con la preparación adecuada para lidiar con un ciberataque, mientras que en 2021 la proporción fue de 12%.

Por otro lado, desde la perspectiva de capital humano, la escasez de talento altamente especializado hace que las empresas deban pensar y en algunos casos replantear su propuesta de valor para el personal. Lo anterior tiene la finalidad de atraer y retener a las personas adecuadas, algo que las y los CEO señalan como una prioridad absoluta.

Al respecto, las decisiones a corto plazo, como el regreso de la plantilla a las oficinas o potenciales recortes de personal, deben ser tomadas considerando las repercusiones a mediano y largo plazo.

Por su parte, la gestión de factores ASG ha sido señalada como una demanda de la sociedad, por lo que está contemplada en las estrategias de diversas compañías del sector. De hecho, en la encuesta global, 66% reporta un interés creciente de diversos grupos (reguladores, inversionistas y clientes) por rendir informes ASG de manera transparente, así que las organizaciones han decidido destinar 6% de sus ingresos a la misión de ser sustentables.

Aunado a lo anterior, 46% expresa que existe una relación directa entre las acciones ASG que la empresa implementa y la mejora del desempeño financiero. Esto quiere decir que no solo se implementan acciones porque es lo correcto, sino porque, además, resulta rentable. Entonces, asegurar una estrategia ASG eficiente y comunicarla abiertamente a los diversos grupos de interés es fundamental para generar el impacto deseado.

Finalmente, en el caso de México hemos identificado al menos dos puntos adicionales que deberán estar en el radar de las y los directivos:

  • Cambios que se están efectuando en órganos reguladores, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), cuyo impacto sobre la certeza jurídica se ve reflejado en la velocidad con la que se aprueban planes y permisos fundamentales para la operación de las compañías

  • El cumplimiento en tiempo de la obligación de emitir y entregar a la autoridad los reportes de control de petrolíferos o hidrocarburos que las organizaciones utilizan para consumo propio o para venta (controles volumétricos), misma que recientemente fue modificada en la miscelánea fiscal y que amplía el plazo de cumplimiento al 31 de julio de 2023, buscando que las compañías eviten sanciones contempladas en el Código Fiscal de la Federación (CFF)
     

En resumen, la gestión de riesgos emanados por la aparición de tecnologías emergentes, la correcta elaboración de una estrategia digital y la preparación de las empresas ante eventuales ciberataques son las prioridades para 2023, mientras que, en materia de talento y temas ASG, la correcta implementación y comunicación de una estrategia para las audiencias adecuadas tendrá impactos directamente relacionados con su desempeño financiero.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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