En el entorno empresarial actual, la planeación estratégica se ha vuelto esencial para el éxito de las organizaciones. Factores como el análisis de datos inadecuado, la resistencia al cambio, la falta de comunicación y la escasez de recursos, hasta circunstancias geopolíticas y económicas pueden poner en riesgo el futuro de las empresas.
Por ello, es crucial adoptar un enfoque que fomente la innovación y transformación, combinando la planificación estructurada con la flexibilidad necesaria para adaptarse a un mundo que está en constante cambio.