La inteligencia artificial (IA) está transformando a las organizaciones y también la forma de entender y ejecutar los procesos de auditoría, ya que, gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos, ahora es posible detectar amenazas y anomalías con mayor precisión.
Desde la identificación de patrones sospechosos hasta la automatización de respuestas ante incidentes de ciberseguridad, la IA ofrece una nueva dimensión de eficiencia que permite a los comités de auditoría gestionar riesgos oportunamente; sin embargo, el Comité de Auditoría y el Consejo deberán vigilar la evolución tecnológica de la entidad y asegurar un uso responsable de la información. Por su parte, la Alta Dirección debe asegurarse de comprender sus alcances y riesgos, así como buscar una implementación acorde con los objetivos del negocio.
