Por: Nubia Balderas, Socia de Asesoría en Soluciones ERP, y Pablo Quintero, Socio de Asesoría en Soluciones ERP de KPMG México
En el panorama económico actual, en el que 70% de la Alta Dirección de las empresas en México tiene planes de inversión para 2024, la digitalización de las funciones del back office debe considerarse como una actividad prioritaria,1 con la cual, a través de la innovación y la transformación digital, se estandaricen procesos y adopten herramientas que permitan enfrentar un entorno que requiere de mayor agilidad e información en tiempo real, así como mantener la continuidad del negocio y capitalizar nuevas oportunidades en el mercado.
Lo anterior permitirá que la función de Finanzas sea más eficiente al desarrollar otras habilidades y funciones del negocio, pasando de realizar labores financieras tradicionales centralizadas en el procesamiento transaccional a ejecutar actividades digitales enfocadas en el uso de analíticos.
En este contexto, no cabe duda de que la tecnología es un habilitador clave para que el área optimice los procesos, facilitando la administración de riesgos y la reducción de costos, y logrando alcanzar un desempeño proactivo con ayuda de datos preventivos que permitan definir la estrategia para conseguir los objetivos comerciales y empresariales.
No obstante, para implementar una digitalización efectiva, se requiere de un modelo operativo robusto que no solo considere los elementos tradicionales de las áreas tecnológicas, sino también un enfoque holístico que incluya aspectos como los siguientes: