Por: Diego Bojórquez, Gerente de Innovación en KPMG Ignition México de KPMG México
En el centro de cada revolución tecnológica, las personas y la sociedad nos vemos envueltas en una gran cantidad de cambios y transformaciones que redefinen la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.
Muchas de estas revoluciones vienen acompañadas de la convergencia entre dos o más tecnologías emergentes que crecen de manera exponencial, superando aquello que una sola herramienta tecnológica podría lograr por sí sola. Este fenómeno fue definido como “la convergencia de tecnologías exponenciales” por Peter Diamandis, conferencista, autor y emprendedor en el ámbito de los negocios.
Actualmente, nos encontramos ante el surgimiento de una nueva revolución tecnológica, donde la inteligencia artificial (IA) y, en específico la inteligencia artificial generativa (IAG), en conjunto con tecnologías de realidad virtual y mixta, también conocidas como metaverso o realidad extendida (XR, por sus siglas en inglés) están desarrollándose y consolidando su protagonismo en esta nueva ola. Este escenario no solo promete un gran avance tecnológico y numerosos beneficios para la sociedad, sino también un enorme potencial para transformar la forma en la que trabajamos.
Las y los CEO de grandes organizaciones están tomando las riendas de este cambio de paradigma, asumiendo grandes compromisos para invertir en estas herramientas y, posteriormente, implementarlas en sus empresas. Como prueba de esto, el más reciente estudio, KPMG 2023 CEO Outlook arrojó que 70% de los líderes encuestados están invirtiendo en IAG, considerándola una de sus principales prioridades; más de 50% espera un retorno de dicha inversión en un plazo de tres a cinco años.1
De manera paralela, las tecnologías de realidad virtual, aumentada y mixta han continuado desarrollándose, aunque más discretamente, representando grandes inversiones de importantes actores tecnológicos, quienes principalmente trabajan en mejorar la experiencia del usuario y reducir los costos de acceso.
Individualmente, estas herramientas tienen un potencial muy interesante; sin embargo, cuando exploramos las posibilidades que surgen combinando su potencial, sumado al desarrollo de redes de comunicación cada vez más veloces y potentes, podemos trazar un futuro aún más prometedor.