Tradicionalmente, las áreas legales de las empresas han sido percibidas como funciones de soporte que se centran esencialmente en la gestión de riesgos, cumplimiento regulatorio y litigio.
Ante la integración tecnológica, la sobrecarga administrativa y la desconexión entre los equipos legales del resto de la organización, son solo algunos de los factores que limitan las capacidades de la empresas para ejecutar plenamente su estrategia de negocio.[1]
Por lo tanto, un área legal que mantiene los mismos procesos operativos durante los últimos 10, 15 o 20 años, ciertamente se está quedando rezagada en cuanto a la optimización de sus operaciones.
La transformación como clave para la alcanzar la eficiencia y agilidad
En muchas empresas, esta función aún opera mediante procesos manuales, utilizando sistemas dispersos y careciendo de una integración adecuada con otros importantes departamentos dentro de la organización, tales como Finanzas, Recursos Humanos o Mercadotecnia. Este modelo, además de ser ineficiente, genera riesgos en términos de cumplimiento, plazos y costos.
En tanto, la digitalización y automatización de procesos son herramientas indispensables para la transformación de estas áreas, por lo que la adopción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), el análisis de datos y las plataformas de gestión de contratos, permiten agilizar tareas repetitivas, lo que libera recursos y tiempo del personal para que pueda enfocarse en actividades más estratégicas.
Por ejemplo, el uso de plataformas de gestión de contratos no solo facilita la elaboración, revisión y aprobación estos documentos, sino que también mejora la transparencia y el control sobre los compromisos legales de la empresa.
Integración con la estrategia empresarial
Otro factor crucial en la transformación de las operaciones legales es la necesidad de alinear sus funciones con la estrategia del negocio, por lo que deben pasar de simplemente vigilar el cumplimiento normativo y, en su lugar, aportar un valor tangible a la toma de decisiones.
El cambio de paradigma hacia un modelo de legal operations más integrado, también implica una estrecha colaboración entre el departamento legal y otras áreas funcionales de la empresa.
Además, la adopción de métricas y análisis de datos permite comprender mejor el impacto de las decisiones y mejorar la gestión de recursos, lo que no solo optimiza las operaciones, sino que también refuerza la importancia del área legal en la empresa.
Transformación cultural y habilidades clave
Evolucionar las operaciones legales no solo involucra implementar nuevas tecnologías o procesos, también implica incentivar un cambio cultural significativo dentro del departamento legal y la empresa en general.
Para que la transformación sea exitosa, es indispensable fomentar una mentalidad abierta al cambio, a la innovación y a la colaboración interfuncional. El área legal debe desarrollar aptitudes superiores al conocimiento jurídico tradicional, por ejemplo, competencias tecnológicas, así como habilidades analíticas y de gestión de proyectos.
Además, destaca la importancia de mantener una formación continua y atraer talento con cualidades diversas, capaces de manejar las exigencias de un entorno empresarial cada vez más complejo y digitalizado. La combinación de profesionales tanto en el área legal como en tecnología, gestión de operaciones y datos, es una estrategia primordial para impulsar la transformación de las organizaciones en general.
[1] Dando respuesta a los retos de la función legal. Legal Operations & Tranformation Services (LOTS), KPMG España, 2022.
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