Por: Jesús Luna, Socio Líder de Private Enterprise de KPMG México

Las empresas familiares son los pilares de muchas economías, pues contribuyen significativamente a la generación de empleo y riqueza. Sus cimientos están arraigados en profundas historias personales y en el deseo de transmitir aspiraciones compartidas a través de generaciones.

En este sentido, un legado es algo más que riqueza heredada. Es el tejido conectivo que se extiende a través del tiempo para transmitir los valores, el propósito y el significado de la familia a los integrantes más jóvenes, a medida que continúan construyendo sobre lo de aquellos que los precedieron.

Definir exactamente lo que es un “legado” puede ser complicado, ya que su significado cambia según el contexto y los matices específicos de cada familia. La mayoría se construyen sobre un activo intangible clave: los linajes subyacentes que han dado forma (y continúan dando forma) a la historia de la evolución del negocio. Este elemento se sustenta en el poder de la narrativa de varios elementos: una fundación mítica, un apellido familiar, una historia marcada por logros y adversidades, e individuos cuyas vidas personales están profundamente entrelazadas con el destino de la fortuna familiar.

Otro componente son los activos materiales (propiedades como casas o locales comerciales, así como reliquias significativas) que fundamentan el legado en el mundo real. Por último, del aspecto social del legado es de donde proviene el valor, es decir, cómo es percibida la empresa en las comunidades donde sirve, así como dentro de la propia organización. Las relaciones son moneda de cambio y permiten sustentar el empleo a largo plazo y el crecimiento a futuro.

La siguiente generación sueña diferente

Si bien las empresas familiares a menudo se ven como baluartes fijos de riqueza y estabilidad, están surgiendo algunas preguntas importantes sobre cómo se pueden percibir los legados a medida que las nuevas generaciones dan un paso adelante en un momento de conflictos geopolíticos y valores cambiantes.

En las conversaciones de los especialistas de KPMG con líderes de este tipo de compañías resulta evidente que, para las generaciones más jóvenes, el legado puede ser percibido como un activo y un pasivo.

Los legados proporcionan una posición innegablemente ventajosa para que las generaciones más jóvenes tracen un camino a seguir, tanto dentro como fuera de la empresa. Se sienten honradas por el privilegio de heredar las tradiciones y riqueza de su familia, aunque con ello viene la inmensa carga de garantizar que esos legados perduren y de estar a la altura de los éxitos de las generaciones anteriores.

Incluso en los casos en los que todas las partes están de acuerdo sobre la importancia de apoyar sus legados heredados, puede haber tensiones entre las generaciones mayores y jóvenes. Los integrantes de mayor edad pueden mostrar resistencia a cambiar los enfoques probados y comprobados, aun cuando sus contrapartes intentan modernizar el negocio sin dejar de honrar sus valores y propósitos.

Otro factor a considerar es la inclinación social de las generaciones más jóvenes, que están menos enfocadas en la creación de riqueza material y más en utilizar la existente de manera significativa. En comparación con generaciones anteriores, es más probable que estas hayan nacido con más recursos, lo que les da espacio para pensar en los impactos positivos que pueden generar en la sociedad y el medioambiente.

Además de su activismo ambiental, la generación más joven está profundamente comprometida con la lucha por una sociedad más justa y equitativa. Utilizan su riqueza para aumentar la conciencia y apoyar diversas causas, particularmente en sus comunidades.

Un trampolín empresarial

A pesar de lo complicado que puede ser sostener un legado, no se puede negar que los más sólidos cuentan con poderosas herramientas para apoyar el emprendimiento transgeneracional. Los legados están impulsados fundamentalmente por el compromiso de mantener la herencia empresarial de la familia y, al mismo tiempo, crear un entorno para que sus hijos tengan éxito por su cuenta.

Lo anterior proporciona un terreno fértil para que las generaciones más jóvenes persigan sus propios intereses, pero también para que aprendan de los escenarios adversos que enfrentó el negocio en el pasado.

Pensemos, por ejemplo, en lo que han vivido algunas de las compañías más antiguas del mundo en la historia reciente: dos guerras mundiales, la pandemia de gripe española, desastres naturales como el tsunami de 2004, depresiones económicas, entre otros, los cuales proporcionan imágenes reales sobre cómo afrontar las desafiantes realidades macroeconómicas y políticas de la actualidad.

Las experiencias obtenidas de estos eventos han influido en muchas empresas familiares, resultando en un valioso repositorio de conocimientos que las y los jóvenes pueden aprovechar para comprender la importancia de cualidades como la resiliencia, la adaptabilidad y la reinvención. Asimismo, los legados son herramientas muy útiles para ayudar a preservar el conocimiento y las habilidades.

En cualquier caso, es esencial lograr un equilibrio que garantice que la experiencia no se utiliza para reprimir nuevos liderazgos o ideas que puedan llevar a la organización a su siguiente fase.

Tendencias que afectan la construcción de un legado

A medida que las empresas familiares evolucionan, las nuevas tendencias y factores determinan cada vez más la construcción de su legado. Para algunas, la sustentabilidad se ha convertido en un tema clave, en parte debido a una mayor regulación y mandatos gubernamentales sobre cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG).

Simultáneamente, las tecnologías emergentes y la adopción digital generalizada traen consigo algunas preguntas sobre cómo estas compañías deben modernizarse para cumplir con nuevos estándares de sostenibilidad, al tiempo que buscan seguir siendo relevantes.

Además, las generaciones más jóvenes también son responsables de un cambio definitivo en el estado de ánimo de sus empresas hacia la sustentabilidad y la tecnología. Las y los líderes empresariales jóvenes utilizan cada vez más recursos para invertir en nuevas tecnologías e innovaciones relacionadas con el clima; el “capital paciente” ha surgido porque las generaciones parecen más dispuestas a invertir en ideas o proyectos con propósitos con plazos de rendimiento más largos que alimentarán la lucha contra el cambio climático, así como a apoyar a sus comunidades para desarrollar su resiliencia.

Lo anterior no quiere decir que las generaciones mayores no estén prestando atención a estos temas. También de las conversaciones con especialistas de KPMG es posible dilucidar que estas están reconociendo que el estado del planeta y el medioambiente son parte integral del legado que están transmitiendo a hijos y nietos.

Al respecto, una mayor agitación política está desafiando la forma en que las empresas familiares conciben sus legados. En algunas áreas, esto ha impulsado un cambio significativo en la estrategia, ya que las familias consideran trasladar su riqueza a jurisdicciones más estables, a fin de mitigar los riesgos que plantean ciertos regímenes políticos y normativos.

Sin embargo, al igual que el legado, no existe una definición única de lo que constituye un negocio sustentable; por el contrario, depende en gran medida de las prioridades y perspectivas que tenga una familia sobre cuál es su legado.

Garantizar un legado duradero requerirá esfuerzos por parte de los integrantes de la familia para crear una visión a largo plazo de lo que la sustentabilidad significa para ellos, a través de una planeación eficaz de la sucesión y un sólido gobierno corporativo.

La incertidumbre geopolítica y los cambios en las tendencias no disminuyen, sino que enfatizan la importancia de los legados familiares, así como su necesidad de evolucionar. Confiar en el statu quo puede ser fácil, pero a largo plazo puede limitar la duración de un legado. Si hay algo que podemos aprender de sus largas historias, es que el espíritu de reinvención es crucial para el ciclo de vida de las empresas familiares.

Lea nuestro informe 2024 Global Family Business Report para descubrir por qué es importante construir un legado familiar resiliente y a dónde podría llevarlo.

KPMG Private Enterprise, su legado es nuestro éxito.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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