Por: Iván Alfaro, Socio Líder de la Oficina San Luis Potosí de KPMG México

La región del Bajío en México, conformada por Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí y otros estados, emerge como un destino clave para la estrategia empresarial del nearshoring, la cual está redefiniendo las cadenas de suministro y la producción industrial.

Este fenómeno, también denominado “relocalización”, consiste en trasladar operaciones comerciales a países cercanos, a fin de optimizar costos, mejorar la eficiencia logística y minimizar riesgos. México, y particularmente este territorio, ofrecen una serie de ventajas competitivas relevantes para las empresas que buscan establecerse o reubicarse cerca del mercado de América del Norte.

En primer lugar, la ubicación geográfica estratégica del Bajío, en el centro del país, ofrece una eficiente conectividad, lo que convierte a esta región en un corredor excepcional para el comercio con Estados Unidos, uno de nuestros principales socios comerciales.

Asimismo, su infraestructura de transporte, que incluye autopistas modernas, redes ferroviarias y aeropuertos internacionales, facilita el flujo eficiente de bienes y servicios, con una reducción en los tiempos de entrega y costos logísticos, lo que representa una ventaja crucial en la competitiva arena global.

Además, el Bajío cuenta con una base industrial robusta y diversificada que destaca por su importante desarrollo en la industria automotriz, propiciado por las principales armadoras. Por su parte, el sector aeroespacial está en pleno auge con Querétaro a la vanguardia, mientras que los sectores agroindustriales, de tecnología y servicios están en expansión.

Esta diversidad crea un ecosistema dinámico y resiliente, capaz de sustentar y potenciar las operaciones del nearshoring.

Cabe señalar que uno de los factores esenciales para el éxito de la relocalización es el capital humano, pues gracias a que las universidades y centros de formación técnica están alineados con las necesidades de las industrias estratégicas del Bajío, tienen la capacidad de proporcionar una fuerza laboral altamente capacitada. Esto no solo mejora la productividad de las compañías, sino que también atrae la atención de aquellas que buscan talento especializado.

En resumen, ante la necesidad de hacer las cadenas de suministro más resilientes, reducir costos y satisfacer la creciente demanda de sostenibilidad, el nearshoring ha impulsado al Bajío para aprovechar esta tendencia y capitalizarla. Su combinación única de ventajas lo convierten en un destino ideal para las empresas que buscan invertir y optimizar sus operaciones cerca de uno de los mercados más grandes del mundo.

Esta estrategia empresarial, además, representa una oportunidad transformadora para la región y las organizaciones globales, ya que su infraestructura de clase mundial, talento especializado y entorno favorable atraen inversiones, generan fuentes de empleo y fomentan un crecimiento económico sostenible.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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