Por: Ricardo Delfín, Socio Líder de Clientes y Mercado de KPMG México

En un mundo en el que la interconexión y la innovación tecnológica son la norma, los consumidores son cada vez más conscientes y exigentes, por lo que demandan productos y servicios que no solo satisfagan sus necesidades, sino que también garanticen su seguridad en línea, su integridad ética y, además, contribuyan a un futuro sostenible.

Ante este panorama, es esencial para las compañías conocer y abordar cada desafío para adaptarse y alcanzar sus metas. En este sentido, actualmente los mercados de consumo son moldeados por la ciberseguridad, la inteligencia artificial (IA) y los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG).

Por su parte, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación primordial, tanto para los usuarios como para las organizaciones, dado el crecimiento en número y sofisticación de amenazas que van desde el robo de datos hasta ataques de ransomware.

Por lo tanto, la búsqueda por tener una experiencia de compra que garantice una seguridad sólida en línea es una constante. A saber, el estudio de KPMG, Perspectivas de la Alta Dirección en México 2024. Superar los retos y aprovechar las oportunidades señala que los ciberataques constituyen uno de los riesgos de negocio que podrían ocasionar impactos relevantes (cualitativos y cuantitativos) en la estrategia de las empresas (35%).

Por otro lado, la IA está transformando la manera en que interactuamos con los productos y servicios. Desde los asistentes virtuales hasta los algoritmos de recomendación personalizados, esta tecnología impulsa la personalización y eficiencia en el mercado; sin embargo, surge una preocupación ética en torno a cómo se recopilan, almacenan y utilizan los datos de los consumidores, lo que plantea interrogantes sobre la privacidad y el sesgo algorítmico.

A su vez, las consideraciones ASG van ganando terreno, pues los clientes inclinan cada vez más sus elecciones hacia compañías que adoptan mejores prácticas de operación, como reducir la contaminación que generan sus empaques o adoptar temas de inclusión y equidad, demandando estándares más altos de responsabilidad corporativa.

Así, operar en este nuevo entorno implica oportunidades, aunque también algunos retos ligados al aumento en inversiones derivado del nearshoring o relocalización de operaciones, pues, por un lado, se presenta un incremento en la atracción de talento hacia determinadas zonas del país, pero, por otro, debe obtenerse el financiamiento necesario para atender un mercado en evolución.

De acuerdo con el estudio de KPMG, Panorama ASG en México y Centroamérica 2023. Claves para la permanencia y el crecimiento de los negocios, más de 80% de las empresas emiten un reporte de sostenibilidad; no obstante, más de 40% no cuenta con una estrategia ASG definida, lo que podría convertirse en un obstáculo para el crecimiento y la competitividad del nearshoring.

En resumen, las tendencias en el mercado de consumo están siendo moldeadas por la intersección entre ciberseguridad, IA y temas ASG, por ende, las organizaciones deben priorizar su implementación para mantenerse relevantes, lo que les permitirá abordar el fenómeno de la relocalización de forma efectiva.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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