La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un pilar estratégico para las empresas que buscan innovar, optimizar procesos y mantenerse competitivas. Esta edición presenta un panorama claro sobre el avance, implementación y retos de la IA en el entorno empresarial mexicano, destacando datos clave, infraestructura tecnológica y perspectivas de crecimiento.
La IA como pilar estratégico
La inteligencia artificial se ha consolidado como un elemento clave en la transformación digital de las empresas. Automatiza procesos, optimiza recursos y permite decisiones basadas en datos confiables, impulsando la innovación en productos, servicios y modelos de negocio.
Implementación tecnológica en México
Aunque la adopción de tecnologías digitales emergentes como la IA, la IA generativa y la robótica aún es limitada en México, el interés por su incorporación va en aumento. Actualmente, el 23% de las empresas ya emplean tecnologías digitales, destacando el uso de nube (29%) y analítica de datos (23%). Sin embargo, la falta de gobernanza de datos representa un riesgo importante, por lo que es esencial asegurar la confiabilidad de la información para aprovechar al máximo el potencial de la IA.
Uso empresarial de la IA en México
Solo el 9% de las empresas mexicanas cuentan con estrategias de IA alineadas con sus objetivos, y apenas el 8% mide el rendimiento de sus iniciativas. A pesar de ello, ya se observa infraestructura activa como sistemas de gestión de datos (54%), herramientas de IA e IA generativa (51%) y nube (46%). Las principales aplicaciones de IA se enfocan en la gestión de datos (69%), automatización de procesos (64%) y gestión de negocios (34%), lo que refleja un avance gradual pero firme en la integración de esta tecnología.
La IA como aliada del talento humano
La inteligencia artificial no busca reemplazar a las personas, sino potenciar sus capacidades. Una estrategia efectiva de adopción de IA permite liberar tiempo y recursos, facilitando que los colaboradores se enfoquen en tareas de mayor valor. Así, la IA se convierte en un motor para el crecimiento y desarrollo del talento dentro de las organizaciones.