Por: Argenis Bauza, Socio Líder de Digital Lighthouse para KPMG en México y Centroamérica

Nuestro país tiene una economía en constante crecimiento, además de un mercado en expansión que ofrece grandes oportunidades para emprendedores, emprendedoras y compañías.

Por supuesto, sabemos que la creación de nuevos negocios es uno de los factores clave para el desarrollo económico y social a nivel global, por lo que, en los últimos años, la innovación en México ha sido un tema cada vez más relevante que ha generado interés, tanto en el ámbito empresarial como en el gubernamental y académico.

A saber, en el Global Innovation Index 2022 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés), ocupamos el tercer lugar en innovación en América Latina, detrás de Chile y Brasil, mientras que en el ranking global estamos en el lugar 58 de 132 países evaluados, al nivel de Ucrania (57) y Filipinas (59). Podemos estar de acuerdo o no con esta calificación, pero en definitiva ilustra que aún queda mucho por hacer.

Uno de los principales desafíos es aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D). En México, el gasto en I+D fue de tan solo 0.3% del producto interno bruto (PIB) en 2020, según el Banco Mundial, muy por debajo de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que limita nuestra capacidad para desarrollar nuevas tecnologías y productos.

En el estudio de KPMG en México, Panorama de la innovación en México y Centroamérica de 2021, las y los encuestados en nuestro país (83%) y en Centroamérica (78%) señalan que centrarse en la innovación será cada vez más relevante para las empresas. Lo anterior indica que debemos estar listos para materializar nuestras mejores ideas.

Por otro lado, hay señales de que buscamos ser mejores. Existen diversas organizaciones que han destacado en el mercado global gracias a su enfoque en innovación, las cuales se han consolidado como líderes en sus sectores, debido a su capacidad para innovar en productos, procesos y servicios.

¿Qué podemos hacer, pues, para seguir desarrollando esta práctica en las compañías, el ecosistema y el mercado? Estas son algunas recomendaciones:

    1. Establecer una estrategia

Definir lo que perseguimos y cómo vamos a medir sus beneficios es importante para dar un propósito a la organización.

    2. Fomentar una cultura de innovación

Valorémosla de una forma objetiva que permita a la gente proponer y probar nuevas ideas, generando así un ambiente propicio para explorar otras posibilidades.

    3. Capacitar al talento

A veces el deseo de innovar es genuino, pero no sabemos cómo. Para lograrlo, capacitar a nuestros equipos en habilidades que conduzcan a ello impulsará la creatividad.

    4. Experimentar con nuevas soluciones

Debemos estar dispuestos a experimentar y tomar riesgos calculados, lo que posibilitará desarrollar soluciones novedosas y encontrar más oportunidades de negocio.

    5. Buscar la colaboración

El trabajo en conjunto con otras empresas, start-ups, universidades y centros de investigación es una forma efectiva de impulsar la innovación. Las compañías deben crear alianzas estratégicas que les permitan acceder a recursos y conocimientos que internamente no tienen.

En la actualidad, la innovación es clave para el desarrollo económico y la competitividad en México y, a nivel regional, tenemos un gran potencial para consolidarnos como líderes empresariales en la materia. Sin duda, las organizaciones que fomenten la innovación serán las que marquen la diferencia en un mercado cada vez más competitivo.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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