Por: Edgar Núñez, Director de Asesoría para el Sector Público, y Karol Araujo, Gerente de Consultoría para el Sector Público de KPMG en México

El metaverso es un espacio digital donde las personas que usan internet interactúan en tiempo real con tecnologías como la realidad virtual y aumentada, inteligencia artificial, blockchain y las criptomonedas. Este nuevo universo llegó para redefinir cómo vivimos, trabajamos y socializamos. Mientras que la web 1.0 se basó en ligas o enlaces; la web 2.0, en el uso de redes sociales; la web 3.0 se enfoca en el intercambio de activos electrónicos.

La transformación digital llegó de manera abrupta a todos los ámbitos de la vida pública y privada debido a COVID-19. Empresas, instituciones gubernamentales y organismos internacionales tuvieron que cambiar sus labores a un entorno remoto o híbrido, lo que significó un gran reto por la rápida necesidad de adaptación. Hoy en día, los mundos virtuales se están convirtiendo en el canal de elección, tanto para ciudadanos como para gobiernos.

¿Cuáles son los factores positivos para este universo virtual dentro del sector público?

1.   Servicios a la ciudadanía

A través de los espacios digitales, las entidades gubernamentales muestran los servicios que ofrecen y permiten a la población en general la solicitud de permisos y la realización de trámites administrativos. Por otro lado, el metaverso presenta embajadas virtuales que brindan servicios consulares a sus nacionales en el extranjero a menor costo y con mayor interacción, asimismo, hacen promoción cultural y establecen contacto oportuno con otros países.

Por lo anterior, algunos gobiernos locales ya están explorando la opción de abrir espacios en el metaverso con el objetivo de tener canales de comunicación más ágiles, directos y eficaces, en donde la ciudadanía pueda gestionar procedimientos y participar activamente en las decisiones públicas.

2.   Planeación urbana

Los gemelos digitales (espejos virtuales de las estructuras físicas, mejor conocidos en inglés como digital twins) pueden identificar áreas de mejora, así como modelar y optimizar sistemas durante el diseño de un espacio para evitar cambios costosos en su implementación futura.

De igual forma, profesionales en arquitectura y diseño han creado modelos virtuales de ciudades 4.0 con la intención de dar una mejor calidad de vida a sus posibles habitantes, y es que según un nuevo informe de las Naciones Unidas: “en 2050, es probable que dos de cada tres personas vivan en ciudades u otros centros urbanos”, por lo que es de suma importancia subrayar la necesidad de una planificación adecuada de la urbe con servicios públicos más sostenibles para hacer frente a este aumento acelerado.

3.   Seguridad pública

Con los datos del monitoreo vial y las cámaras de vigilancia en tiempo real, el metaverso es capaz de tomar medidas inmediatas en caso de emergencias. Además, puede realizar simulaciones de posibles incidentes para atenderlos de una manera más rápida y mejor. Lo anterior abre nuevas posibilidades de capacitación para equipos de rescate, ya que pueden complementar el entrenamiento tradicional con la realidad virtual. En el caso de los bomberos es posible simular un incendio para definir cuál es la mejor manera de controlar el fuego e incrementar el rescate de víctimas. El uso de nuevas tecnologías digitales permite que la capacitación se viva casi igual a un caso real, brindando mayor seguridad al personal para atender los accidentes y reduciendo los tiempos de atención.

4.   Salud

La telemedicina ofrece posibilidades de atención médica especializada a personas que habitan zonas rurales o enfermos en aislamiento. Esta cobró vital importancia durante la pandemia, cuando muchas personas fueron atendidas de manera remota para garantizar la salud del personal médico y detener la propagación de los contagios. El metaverso, por su parte, puede agregar valor a estas experiencias, permitiendo una atención más inmersiva, personalizada y cercana.

En definitiva, los gobiernos necesitan empezar a involucrarse más en el metaverso sin dejar de lado el objetivo de generar confianza y compromiso a los cibernautas en torno a la regulación de este espacio digital; de igual forma, requieren responder a los principales cuestionamientos que aparecen ante estas tecnologías, por ejemplo: ¿cómo se va a proteger la propiedad intelectual en el metaverso? ¿Cómo se van a fiscalizar las ventas virtuales? ¿Se va a monitorear y controlar el comportamiento antisocial, como el acoso y el bullying, en las plataformas? ¿Cómo se van a manejar los datos personales y la información sensible? ¿Qué leyes laborales van a aplicarse en el trabajo a distancia?

Las entidades gubernamentales tienen la responsabilidad de garantizar el uso adecuado, la protección y la seguridad de los datos personales. Sin embargo, la descentralización de esta información representa un reto importante en temas regulatorios debido a que su propiedad y control son del ciudadano. En consecuencia, las legislaciones deberán tener la confianza ciudadana al acceder a la información y definir hasta qué punto pueden intervenir en el control y manejo de esta.

Lo anterior no solo representa retos, sino también oportunidades, ya que los mundos virtuales ofrecen un nuevo canal de comunicación que debe aprovecharse para brindar servicios públicos eficientes, ágiles y personalizados; no obstante, los gobiernos deben tener la capacidad de adaptarse a las demandas de las sociedades actuales y futuras en las cuales el metaverso tendrá un rol trascendental.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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