Contribución económica de la industria farmacéutica en México

Por: Carlos Millán, Socio del área de Global Strategy Group de KPMG en México Fausto Ávila, Socio de Auditoría especialista en el Sector Salud de KPMG en México

La innovación es uno de los pilares clave que sostienen el desarrollo económico de cualquier país, beneficiando no solo a las empresas, sino también a los consumidores. El desarrollo de nuevas soluciones y la creación de novedosos modelos de negocio en el ámbito de la salud han tomado fuerza en los últimos años, logrando impactar de manera positiva a la población.

A través de los años, la industria de la innovación en la salud ha ido evolucionando, con un impacto en la generación de empleos, las ventas y los niveles de producción. De hecho, el producto interno bruto (PIB) del sector salud en México se ha incrementado a una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) de 6.68% de 2014 a 2022, incluso por encima del PIB nacional, lo que demuestra la importancia que tiene este rubro en el desempeño nacional de la economía.

Aspectos laborales y de inclusión

La industria de la innovación en salud ha logrado generar una importante base de empleos conformada por personas calificadas, remuneraciones competitivas y una equidad de género por encima de la media nacional.

En ese sentido, realizando un análisis por género, encontramos que 51% de las personas que laboran dentro de las empresas pertenecientes a la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) son hombres y 49% son mujeres. Dicha distribución es más equitativa que la de la población total ocupada en México en 2020, la cual indica que los hombres cubren un 61%, mientras que las mujeres conforman el 39% restante.

Esta tendencia también se ve reflejada en puestos directivos y gerenciales: 55% son ocupados por hombres y 45% por mujeres. De hecho, una encuesta realizada por la Organización International del Trabajo (OIT) revela que las mujeres ocupan, en promedio, 36% de los cargos de dirección máximos y de dirección ejecutiva adjuntos, lo cual sitúa la ocupación de puestos directivos por mujeres en las empresas asociadas a la AMIIF 6% por encima del promedio internacional.

En México, la distribución de empleo por puesto en las empresas asociadas muestra que 19% corresponde a funciones de coordinación, 18% a gerencias y 4% a direcciones. Dentro del 4% que corresponde a puestos directivos, se observa que 40% son liderados por mujeres y, dentro de los gerenciales, hasta 45%.

En este sentido, así como existe diversidad en puestos y funciones, también encontramos a personal de diferentes profesiones y perfiles que participan en la industria: quienes estudiaron administración, contaduría y finanzas conforman 36% de la planta laboral; ingenierías y profesiones relacionadas con la salud representan 24% respectivamente y, adicionalmente,12% se dedican a la mercadotecnia y relaciones públicas.

En cuanto al personal femenino, como se menciona en la publicación de KPMG en México, La importancia de las mujeres en la empresa familiar, su participación en posiciones de liderazgo fortalece la resiliencia corporativa, la cual es especialmente necesaria en momentos de transformación y evolución como el que se vive actualmente, ya que son ellas quienes tienden a alentar las nuevas ideas e identificar oportunidades.

Ventas farmacéuticas

Nuestro país representa el segundo mercado farmacéutico más grande en América Latina, después de Brasil. Los ingresos generados por esta industria, por concepto de ventas, han crecido a una TCAC de 3.3% de 2016 a 2020, con un valor de MXN 688,000 millones al cierre de 2020, superando las ventas totales de las tiendas de autoservicio por 17%. Sin embargo, se espera que siga creciendo aceleradamente a una TCAC de 4.7% de 2020 a 2025, llegando a los MXN 911,000 millones.

Por otro lado, la distribución de ventas por unidades en el mercado público en 2020 la encabezaba analgesia, con un porcentaje mayoritario de 38%, seguida de vacunas con 24%. En el mercado privado, analgesia también tenía la mayoría de distribución con 19%, seguida de cardiología y enfermedades infecciosas con 14% y 12% respectivamente.

Presencia productiva

Aunque en México existen algunos retos por atender, las ventajas competitivas en cuanto a ubicación geográfica y personal calificado han permitido el crecimiento de la industria en los últimos años.

Adicionalmente, la capacidad de producción farmacéutica al cierre de 2020 fue de 5,140 millones de unidades. Durante los últimos dos años, las empresas han apostado por incrementar la producción en algunas de sus líneas, en la medida en que su capacidad utilizada se incrementó de 73.26% en 2019 a 74.36% en 2020.

El producto interno bruto (PIB) de fabricación de artículos farmacéuticos presentó una TCAC de 1.13% de 2016 a 2019. Cabe destacar que, en el análisis de la información que se obtuvo de la encuesta a las empresas de la AMIIF, se identificaron cinco áreas que han crecido a una tasa mayor que la tasa del PIB de fabricación de productos farmacéuticos entre 2016 y 2020.

Por otro lado, en algunas áreas, las tasas de crecimiento de producción por valor están, como mínimo, siete puntos porcentuales por encima de la TCAC del PIB de fabricación de productos. Empezando por el área terapéutica de neumología, la cual tiene un crecimiento de 30%, seguida de neurología y nefrología con una tasa de 13% cada una y, por último, otorrinolaringología con un crecimiento de 11% y endocrinología con una tasa de 8%. 

En conclusión, la inversión que el sector salud realiza en innovación se refleja en beneficios tangibles, tales como una mejor calidad de vida y una mayor generación de empleos. Lo anterior no solo resulta positivo para el propio sector, sino que impacta significativamente en la economía general del país y su desarrollo, por lo que el impulso y promoción de esta industria resulta crucial.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son del autor y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México. 

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