Financiadores e inversores prestan una atención cada vez más estrecha a los factores ESG, lo que a su vez obliga a la Dirección Financiera y a la Relación con Inversores a poner un mayor foco en estos aspectos.
La mayor parte de los principales inversores institucionales y gestores de activos del mundo tienen en cuenta factores ESG a la hora de evaluar los méritos de una compañía y de tomar sus decisiones de inversión sostenible.
La dirección de Relación con Inversores debe entender las expectativas ESG de los inversores y en qué medida su compañía está alineada con ellas. Estas expectativas se refieren tanto al tipo de negocio en el que la compañía opera como a su modelo de gestión.
Desde el punto de vista de la deuda, las compañías tienen cada vez más oportunidades de financiación sostenible a través de los préstamos y bonos sostenibles. Reciben esta denominación aquellos que están ligados a la consecución de determinados objetivos ESG por parte de las compañías que los solicitan, o que financian actividades o proyectos de carácter sostenible.
La Dirección Financiera debe asegurar que la compañía cuenta con marcos de financiación sostenible que desgranen sus factores ESG frente a posibles financiadores. Tiene la responsabilidad de garantizar la implantación y adaptación de los mecanismos internos de supervisión para dar respuesta a los múltiples requerimientos en materia de sostenibilidad.