El uso de la inteligencia artificial y la agenda ESG son claves para el sector de consumo y retail.
Las tendencias globales en el sector de consumo y retail incluyen el uso intensivo de las nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial (IA); una mayor atención a las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG); y la omnicanalidad, es decir, la presencia minorista en múltiples canales.
Todo ello con el objetivo de proporcionar la mejor experiencia posible al cliente, que estará en el centro de atención de las empresas del sector. Estas tendencias y otros insights pueden encontrarse en la quinta edición del estudio Tendencias en Consumo y Retail para América del Sur – 5ta Edición, elaborado por KPMG.
Entre otros puntos, el estudio indica que los consumidores esperan que los minoristas los encuentren dondequiera que estén. Por ello, la integración de los canales online con las tiendas físicas es fundamental.
Además, la omnicanalidad ha evolucionado hacia el concepto de comercio fluido, en el que la experiencia de compra es fluida y sin fricciones, independientemente del canal utilizado por el cliente.
Con un entorno de consumo cada vez más volátil y un escenario económico global desafiante, las empresas minoristas deben adaptarse rápidamente a las nuevas demandas de los consumidores, que priorizan el precio y la conveniencia sobre la lealtad a la marca.
Por lo tanto, las empresas que pueden alinear sus estrategias de corto plazo, como los ajustes de precios y la diversificación de la cadena de suministro, con un propósito de largo plazo centrado en el cliente y prácticas sostenibles, son las que están prosperando en medio de la incertidumbre económica.
También es un hecho que en los últimos años la IA, especialmente la IA generativa , se ha convertido en un pilar fundamental para la transformación del comercio minorista. Desde la previsión y gestión de inventarios hasta la personalización de la experiencia del cliente, la IA está redefiniendo la forma en que los minoristas operan y se conectan con sus consumidores.
Asimismo, la sostenibilidad y los criterios ESG se han convertido en elementos centrales en las operaciones minoristas. Las empresas que puedan integrar estas prácticas a toda la cadena de valor, desde la producción hasta el consumo, pueden responder a las demandas regulatorias y de consumo, e identificar oportunidades de crecimiento.
América del Sur, en particular, ha experimentado un aumento significativo en la demanda de productos sostenibles, impulsando la adopción de la economía circular y las prácticas de descarbonización, además de una mayor apreciación por los artículos producidos con responsabilidad social.
La tecnología sigue siendo un diferenciador competitivo en el sector minorista y de consumo, pero su valor depende de la implementación de una buena gobernanza de datos y de la ciberseguridad.
En este escenario, los minoristas que invierten en una sólida estructura de gestión y protección de datos no solo pueden mejorar la experiencia del cliente, sino también proteger su reputación y generar confianza en un mercado cada vez más digitalizado.
El éxito dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias y colocar al cliente en el centro de sus estrategias, garantizando así una experiencia de compra continua y personalizada en un entorno comercial fluido.