En los últimos años, consumidores, inversores, legisladores y el público en general han exigido cada vez más que las corporaciones tengan un compromiso con la sostenibilidad, lo que las ha llevado a adoptar principios alineados con el desarrollo sostenible y a difundir frecuentemente sus prácticas, especialmente en relación con el cambio climático.
La carrera por alcanzar el cero neto y reducir las emisiones que causan el efecto invernadero establece que su comunicación sea, no solo determinante, sino muy visible.
La publicación The Challenge of Greenwashing, producida por KPMG, desglosa los peligros relacionados con aquellas declaraciones climáticas no fundamentadas, que permiten la aparición de riesgos legales relacionados con el Compliance y la reputación de las empresas.
La falta de integración entre prácticas, sistemas de gestión eficientes y comunicación interna y externa, fue el causante de una tormenta perfecta, lo que ha desembocado en que las empresas hicieran declaraciones no siempre sustentadas por la evidencia, es decir el llamado greenwashing.
Preparado por un equipo de expertos, este informe ilustra las consecuencias de esta práctica y la mejor manera de garantizar que las empresas cumplan con sus divulgaciones climáticas.
Algunos resultados clave del estudio:
- • El 69% de los CEO se han adaptado al lenguaje y la terminología relacionados con el clima.
- • El 66% de los CEO admiten que no están preparados para el escrutinio de las partes interesadas.
- • El porcentaje de incidentes relacionados con la comunicación engañosa sobre datos climáticos es del 19% en la industria del petróleo y el gas, del 15% en el sector de servicios bancarios y financieros, y del 10% en el sector de viajes y aerolíneas.
- • El 72% de los consumidores quiere reducir su impacto medioambiental.
- • El 40% de las divulgaciones verdes europeas se consideraron completamente infundadas.
- • El 53% de las divulgaciones europeas se consideraron vagas, engañosas o sin fundamento.
