Revista Reaction 38

En el editorial, que está firmado por Paul Harnick, Director Global de Productos Químicos y Tecnologías de Rendimiento de KPMG, la publicación destaca que la industria entró en 2023 consciente de que el primer trimestre sería difícil.

Había una esperanza de mejorar en el segundo trimestre; sin embargo, con la incertidumbre sobre las perspectivas económicas, la inflación y las altas tasas de interés, más otros elementos que contribuyen a la incertidumbre, los actores de la industria están apostando a un mejoría recién para 2024.

Por lo tanto, si las empresas pueden mantener un rendimiento estable a lo largo de este año, el resultado se considerará lo suficientemente bueno. Al mismo tiempo, China está reanudando sus actividades después de largos períodos de cuarentena, impulsando el crecimiento en todo el mundo.

La industria química, por supuesto, no se quedará fuera de esta ola de crecimiento, si es que se confirma. La publicación continúa destacando la transición energética y la agenda de sostenibilidad, que son temas cada vez más omnipresentes.

Como casi todos los países buscan descarbonizar y contribuir al esfuerzo global colectivo para lograr cero emisiones, la industria química debe continuar impulsando sus prácticas de sostenibilidad, incluso si la sociedad no siempre reconoce estos esfuerzos.

Pero existe un cierto consenso, por parte de la industria, de que ha llegado el momento de debatir menos y ser más proactivos, buscando las mejores combinaciones de herramientas y tecnologías para aplicarlas en la práctica y comprobar lo que realmente funciona.

A medio plazo, se cree que el camino más realista para el futuro energético será una combinación de hidrógeno azul, captura de carbono y dependencia continua del gas natural. Otras tecnologías, como la nuclear modular, pueden entrar en juego y ser parte de esta combinación.

El texto también destaca la relevancia de la circularidad, un área que despierta un creciente interés en el sector. Cada vez más, los responsables de la toma de decisiones reconocen que una economía circular, con mayores tasas de reciclaje y reutilización, contribuiría a disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.

Sin embargo, hay problemas que deben superarse, como las limitaciones en la capacidad de la industria del reciclaje, los desafíos técnicos de clasificación y los desafíos logísticos relacionados con la necesidad de ubicar las plantas de reciclaje cerca de las grandes plantas químicas.

Como resultado, estamos empezando a ver algunas empresas químicas dispuestas a participar activamente en la cadena de valor, tal vez a través de adquisiciones específicas. Ese sería un nuevo enfoque y es, ciertamente, un área a seguir.

Otro factor que ha impactado a la industria es la inflación global. En los Estados Unidos, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) crea importantes incentivos para impulsar las inversiones verdes. Esto es muy relevante para la industria.

Con reglas claras y criterios de elegibilidad, la IRA brinda confianza a los inversores y tiene similitudes con el Pacto Verde de la Unión Europea, aunque es aún más esclarecedora. Por lo tanto, es razonable suponer que la nueva legislación estadounidense ayudará a atraer inversiones a los Estados Unidos, en detrimento de Europa.

Así, el nuevo número de Reaction Magazine cubre temas urgentes para el sector químico, como  la transición energética, los múltiples factores externos que están afectando a la industria química y la importancia de la inversión sostenible.

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