Por: Jesús Luna, Socio Líder de Private Enterprise de KPMG en México

Actualmente, las empresas familiares se enfrentan a una dinámica de constante cambio, aunque en algunas este se vive más rápidamente que en otras. En este sentido, la pandemia modificó los hábitos y las dinámicas de consumo, por lo que también se aceleraron los procesos de innovación y transformación digital, así como el ajuste en los modelos de negocio.

Al respecto, se ha observado el surgimiento de un sinnúmero de entidades impulsadas por tecnología en diferentes sectores o industrias, las cuales ofrecen soluciones para integrarse en los procesos verticales de empresas familiares y atender problemas o ayudar a lograr eficiencias anteriormente no alcanzadas; sin embargo, el concepto de innovación no solo se refiere a la mejora y ajuste de los productos y servicios existentes para promover una mejor experiencia del cliente, sino también a actividades de revisión y ajuste de los procesos actuales para propiciar la mejora continua hasta lograr que esta permee en todos los niveles de la organización y forme parte de su ADN.

Prácticas como permitir que colaboradoras y colaboradores dispongan de algunas horas a la semana para analizar, explorar y proponer cambios en los procesos se considera crucial, ya que propicia el aumento de la eficiencia en tiempos y costos. Ante esto, la Alta Dirección debe mostrar apertura a la prueba y el error, pues es en este tipo de dinámicas donde es posible capitalizar las experiencias y desarrollar soluciones que beneficien no solo a la empresa, sino a los clientes.

Por otro lado, la interacción de las diferentes generaciones en los centros de trabajo ha detonado dinámicas interesantes en los procesos de innovación, pues esta convivencia de perfiles y formas de pensamiento agrega valor a la gestión diaria de los procesos básicos.

Entonces, las preguntas críticas para los consejos de administración, comités de auditoría y la Alta Dirección de aquellas empresas familiares que no han incorporado procesos de transformación digital e innovación robustos son:

  • ¿Cuándo detonarán dichos procesos, considerando el dinamismo que se observa en mercados y sectores?
  • ¿Cuál es el nivel de involucramiento que ejercen el Consejo de Administración y Comité de Auditoría en estos temas?
  • ¿Se tienen identificadas las áreas de oportunidad y riesgos de negocio al momento de tomar acciones para gestionarlos?
  • ¿El tema de la transformación digital y gestión de riesgos forma parte de la agenda del Comité?
  • ¿Se han evaluado los perfiles actuales de los integrantes del Comité de Auditoría para confirmar que se cuenta con el expertise necesario para abordar temas de innovación y transformación digital?
  • En caso de no contar con dicho expertise, ¿se recurre a un comité de apoyo para abordar la temática?

Es de suma importancia tener visibilidad de estos aspectos para detonar acciones de gestión al interior de la Alta Dirección, así como dentro del Comité como brazo operativo del Consejo.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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