La quinta generación de tecnología inalámbrica, conocida como 5G, mejorará radicalmente la tecnología móvil en aspectos clave como velocidad, número de conexiones posibles, latencia, capacidad, y confiabilidad. No sólo tiene la capacidad de mejorar la comunicación entre la gente, sino que también permite interactuar con un creciente ecosistema de máquinas conectadas entre sí.

La realidad es que la tecnología 5G será el catalizador de cambios significativos a largo plazo en el modo cómo la gente se comunica y qué se comunica. A diferencia de los avances anteriores, donde la adopción fue impulsada por los consumidores, la adopción 5G será impulsada por las empresas.

Un factor significante es que la tecnología 5G puede ser desplegada en ecosistemas privados, como fábricas u hospitales, antes que en ecosistemas públicos. En estos ambientes experimentales, la tecnología 5G puede entregar comunicaciones privadas, seguras y confiables; comunicación entre máquinas: internet de las cosas; transmisión real de datos y seguimiento avanzado de objetos.

El desafío es saber cuándo y cómo invertir en 5G para adaptar la tecnología y generar valor real a la empresa. 

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