All eyes on: Transformación de la auditoría a través de la IA

En la próxima década, la Inteligencia Artificial (IA) transformará radicalmente la auditoría mediante la automatización de los procedimientos y la mejora de la calidad de la auditoría.

Tuve la oportunidad de conversar con mi colega Matthew Campbell, Director de Tecnología de KPMG en el Reino Unido y escuché que: "La IA va más allá de la automatización de las tareas sencillas como el análisis de datos. La IA resulta útil para todas las áreas de la auditoría. Desde ayudar a los auditores a realizar juicios más perspicaces hasta proporcionar también un desafío más sólido a la gerencia”.

Así que, en el futuro, ¿la IA reemplazará a los humanos en el proceso de auditoría? Esa es sólo una de las fascinantes preguntas que Matthew y yo debatimos cuando charlamos como parte de nuestra serie "All eyes on". He aquí un resumen de nuestra conversación.

¿Cómo está cambiando la IA la auditoría y la forma de trabajar de los auditores?

De la misma manera que la IA está cambiando todos los negocios y organizaciones: automatizando, acelerando y mejorando los procesos empresariales, ayudando a transformar a escala e impulsar el valor. Creemos que esto significa realizar auditorías de mayor calidad. Por ejemplo, esperamos que la IA siga ayudando a las firmas de KPMG a identificar mejor las transacciones de alto riesgo, permitiéndonos así mantener nuestro enfoque en la evaluación de riesgos y obtener pruebas de auditoría sobre conjuntos de datos mucho más grandes y complejos. Además, al eliminar algunas de las tareas que consumen el mayor tiempo en los auditores, la IA les liberará para que puedan aplicar valiosas habilidades en otras áreas, mejorando de nuevo la auditoría para todos.

¿Cómo puede afectar la IA a los negocios y a sectores específicos?

Las firmas de KPMG están observando que un amplio abanico de empresas, independientemente de su sector, utilizan la IA junto con su plantilla también en procesos relacionados con la contabilidad y la elaboración de informes financieros y no financieros.

Por ejemplo, en los servicios financieros estamos viendo que la IA promueve una mayor inclusión mediante el análisis de cantidades más amplias y grandes de datos. Esto podría hacer que se ofrecieran hipotecas a más clientes, lo que podría dar a un prestamista una ventaja competitiva significativa.

¿Cuáles son los riesgos potenciales de la IA?

En primer lugar, es fundamental que la IA se construya con los datos más precisos, imparciales y pertinentes disponibles. En segundo lugar, las empresas suelen centrar su inversión en IA en estrategias de crecimiento, atención al cliente u operaciones de primera línea, y a menudo restan prioridad a la inversión en apoyo, gobernanza, riesgo y cumplimiento de la IA. Aquí también hay que tener en cuenta cuestiones éticas y de resiliencia. Se necesitan directrices y, debido al cambio constante, los aspectos deben supervisarse y abordarse continuamente.

Un riesgo clave en torno a la IA, muy relevante para la auditoría, es la "capacidad de explicación." Con esto queremos decir que todavía tenemos que entender y explicar por qué la tecnología puede estar destacando ciertos elementos y tendencias. Por eso creemos que es importante contar con personas que trabajen junto a la IA para impulsar un pensamiento más profundo y cuestionar cuando sea necesario, en lugar de eliminar por completo a las personas del bucle. Al mismo tiempo, esto ayudará a entrenar continuamente a la IA mediante la aportación humana.

Por último, como ocurre con cualquier nueva tecnología, las empresas deben pensar detenidamente en los conjuntos de habilidades que necesitan dentro de su organización para alcanzar y maximizar las posibilidades, reconociendo que no será perfecto de inmediato.

¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de KPMG a la tendencia de la IA?

A medida que las empresas introduzcan más IA y nos pidan, como sus auditores, que ofrezcamos fiabilidad, esto es lo que seguiremos haciendo. Las firmas de KPMG ya han desarrollado los conocimientos necesarios para ayudar a las empresas y organizaciones a adaptarse (e incluso adoptar) los cambios culturales que conlleva la IA. Todo ello dentro de un marco ético que ayude a gestionar una implantación responsable.

Una de las formas en que estamos adaptando esto es mediante el uso de la "ingeniería de características" para cambiar realmente el dial en la detección de anomalías. Será capaz de detectar comportamientos atípicos en los distintos elementos de datos, incluida la identificación de usuarios que normalmente no publican entradas y de repente lo hacen. De repente no estamos estableciendo reglas y buscamos excepciones. La IA nos ayudará a encontrar esa aguja en el pajar. Además, estamos utilizando la IA para ayudar a procesar grandes conjuntos de datos en torno al procesamiento del lenguaje natural, la voz y el reconocimiento del habla.

Juntos somos más fuertes

KPMG siempre ha creído que la tecnología, incluida la IA, tiene el potencial de capacitar y mejorar a los auditores en su trabajo diario y proporcionar un valor real a una auditoría. Pero nunca debemos confiar simplemente en la IA como una caja negra; la "capacidad de explicación" es clave. Por eso creemos que la IA nunca sustituirá a las personas y que KPMG siempre contará con el conocimiento humano en el bucle de la auditoría.