Dos mil giga toneladas de CO₂. Este enorme número representa la cantidad de dióxido de carbono liberado por la actividad humana a la atmósfera del planeta desde la Revolución Industrial. Uno de los mayores retos del presente -si no el mayor- es reducir las emisiones de este gas, en un esfuerzo global que busca evitar un calentamiento global mayor a 1,5 grados centígrados para 2050.
El calentamiento global es, sin duda, el desafío más crucial de nuestra historia. En este esfuerzo, contamos con un aliado natural, los llamados ecosistemas de carbono azul (BCE, por sus siglas en inglés), que han sido responsables de absorber casi el 40% de todas las emisiones provocadas por el hombre en los últimos 20 años. Los BCE comprenden marismas, manglares y praderas de pastos marinos. Son hábitats costeros extendidos y altamente productivos que albergan diversas comunidades ecológicas, proporcionando alimentos y protección costera contra la erosión y el aumento del nivel del mar.
El informe de KPMG “Los ecosistemas azules son nuestros aliados naturales” proporciona información clave, especialmente en materia de datos científicos sobre los sistemas oceánicos y los BCE, las diferentes formas en las que se puede capturar el carbono mientras se promueve la resiliencia y la regeneración de los ecosistemas, y cómo los gobiernos, las empresas y las partes interesadas pueden impulsar la inversión integrando los BCE a los estándares sobre el carbono.