La responsabilidad de las compañías sobre los impactos económicos, medioambientales y sociales que generan su actividad se ha hecho extensiva a su cadena de suministro, como consecuencia de un mayor escrutinio de terceros.

El entorno regulatorio también ha contribuido, exigiendo a las empresas la debida diligencia en la selección y en la relación con proveedores, así como transparencia en la trazabilidad del producto, con el fin de conocer los impactos en el medio ambiente y en las personas desde el origen.

Las empresas deben conocer y gestionar los impactos ambientales y sociales en su cadena de aprovisionamiento, incluyendo tanto las condiciones laborales o en materia de trabajo infantil, como los impactos negativos generados en el medio ambiente sin olvidar las cuestiones éticas relacionadas con sus modelos de negocio. La respuesta pasa por dos elementos clave:

  1. La claridad en el objetivo a conseguir
  2. La garantía de que la compañía dispone de la información que necesita acerca de los impactos de su cadena de aprovisionamiento para poder tomar decisiones

Preguntas que debe hacerse la Función de Compras

¿Conoce la organización los principales riesgos en materia de ESG desde el punto de vista de compras?

¿Se han definido unos principios y compromisos ESG claros aplicables a la relación con los proveedores?

¿Conoce la compañía en qué punto de la cadena de aprovisionamiento se producen los principales impactos ambientales y sociales?

¿Dispone la Función de Compras de la información que precisa para gestionar la trazabilidad adecuada de la cadena de aprovisionamiento?

¿Están definidos los incentivos apropiados para orientar la compañía hacia la sostenibilidad desde la perspectiva de compras?

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