Las organizaciones con presencia extendida en las zonas afectadas o con vínculos directos con ellas, deben tomar medidas inmediatas para evaluar su exposición. Estas acciones deben apoyar de manera adecuada a los grupos de interés, empleados y clientes.

Proteger a personas y clientes

  • Aprovechar la experiencia y conocimiento de la organización en recursos humanos para asegurar el bienestar físico y mental de los empleados, brindando orientación a los trabajadores que se encuentren en áreas afectadas y reevaluando sus políticas de viaje.
  • Implementar la mejor estrategia de responsabilidad social corporativa en función a la estabilidad de los empleados, el medio ambiente, la sociedad y la economía en su conjunto, buscando formas de respaldar las iniciativas de respuesta.
  • Desarrollar un plan de apoyo para el personal afectado. Este puede incluir medidas de contingencia para una mayor automatización, condiciones de teletrabajo u otros recursos como respuesta a las limitaciones de los empleados.
  • Aprovechar la tecnología disponible, tanto interna como externa, para apoyar la colaboración y equipar a los empleados con las herramientas necesarias para trabajar de manera remota, tanto con las áreas afectadas como con las personas en estas áreas.
  • Valorar como de riesgo alto a los clientes de países menos preparados, así como aquellos actores que sean críticos en los operativos de respuesta (por ejemplo, hospitales), priorizando así la escasa capacidad.
  • Ser prudente con la fijación de precios de productos esenciales como desinfectantes de manos y mascarillas durante el periodo de crisis. 

Evaluar el riesgo asociado a los proveedores

  • Crear un equipo de respuesta ante la crisis para facilitar el flujo abierto y consistente de información precisa entre los principales grupos de interés, manteniendo su confianza e informando a los clientes que se verán afectados.
  • Establecer un equipo que se centre en la evaluación de la cadena de suministro y la gestión de los riesgos. Este equipo puede reorganizar, hasta donde sea posible, las cadenas de suministro locales y globales, usando medios alternativos de transporte y realizando intercambios de acuerdo con las necesidades, el costo, los servicios y el análisis de escenarios de riesgo de todas las opciones viables.
  • Mapear la criticidad de los materiales de origen para los productos de alto valor y el flujo de ingreso. Identificar los componentes y las materias primas que tienen un mayor impacto en los flujos de ingresos, asegurando que la escasa capacidad sea utilizada sensatamente.
  • Revisar los contratos con clientes y proveedores clave para entender la responsabilidad en caso de escasez de suministros.
  • Determinar la exposición por medio de la identificación de las existencias actuales y de reserva, estableciendo niveles de transparencia y planes de acción a corto plazo.
  • Llevar a cabo una evaluación de la cadena de valor de otros factores de riesgo que podrían aumentar los costos (por ejemplo, la escasez de transporte puede aumentar el costo del mismo, por lo que las compañías del sector pueden ver la oportunidad de aumentar sus márgenes) e impactar las capacidades del servicio y del inventario, tomando medidas proactivas con la finalidad de abordar escasez anticipada, como podría ser la reservación anticipada del envío de la carga.  
  • Evaluar activamente las opciones near-shore como un posible apoyo para acortar las cadenas de suministro al aumentar la proximidad a los clientes. 

Gestionar el capital y los planes de negocio

  • Revisar el flujo de caja, la gestión del capital de trabajo y las previsiones de inventario de manera paralela a los pronósticos de oferta y demanda.
  • Comprender cómo la estabilidad financiera puede verse afectada por posibles descensos en el mercado de valores y restricciones en el acceso a la financiación.
  • Revisar la estrategia  de ventas y de operaciones de toda la organización, así como los planes comerciales integrados, con el propósito de garantizar que la planificación táctica y estratégica esté sincronizada a lo largo de todas las funciones del negocio.
  • Las empresas con buen manejo de datos pueden aprovechar su capacidad en aprovisionamiento, operaciones e I+D, usando simulaciones avanzadas que ayuden a identificar las compensaciones para el rendimiento óptimo en la crisis actual.