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Por:
Alan Riddell
Socio líder de Deal Advisory & Strategy de KPMG en Brasil y América del Sur.


Durante 2025, el panorama de fusiones y adquisiciones (M&A) en América del Sur estuvo caracterizado por una combinación de optimismo estratégico y complejidad estructural que está redefiniendo la forma en que los inversionistas abordan la región.

Esta es una de las principales conclusiones de la reciente encuesta realizada por KPMG a 400 líderes empresariales globales1 , quienes en su mayoría (62%) consideran que la oportunidad para realizar M&A en esta región nunca ha sido más evidente, representando un incremento sustancial con relación a lo que los ejecutivos aseguraban en 2023. 

1. Trazando rutas de valor. Un mapa para realizar M&A en América Latina. KPMG, noviembre de 2025.

De hecho, tal entusiasmo se traduce en expectativas concretas: el 57% anticipa aumentar su actividad de M&A en 2026, incluso en un contexto marcado por las tensiones políticas, fiscales y regulatorias. Las organizaciones participantes de la encuesta reportaron que, si bien realizaron en promedio 2,9 transacciones en los últimos dos años, proyectan llevar esa cifra a 2,94 en el próximo bienio. Y cuando se analizan los segmentos en los que se dividen las empresas, las firmas de capital privado son las que se muestran particularmente optimistas, desde que su expectativa es llevar su nivel de transacciones a una media de 4,26 operaciones en los próximos dos años, enfocándose en sectores de alto crecimiento como tecnología, energía y servicios financieros.

En materia de mercados regionales, Brasil emerge como el más robusto en América del Sur, impulsado tanto por su ecosistema industrial y energético, como por el desempeño positivo de su bolsa de valores. Sin embargo, las altas tasas de interés continúan presionando las valuaciones y complican la estructuración de precios, lo que obliga a los inversionistas a adoptar mecanismos contingentes para mitigar riesgos. Chile, por su parte, muestra señales de estabilidad tras la moderación inflacionaria, aunque enfrenta nuevas exigencias regulatorias, como las leyes de privacidad de datos, que pueden incrementar la complejidad de los due diligence. Finalmente, Argentina se encuentra en un proceso de reformas orientadas al mercado y de disciplina fiscal que han mejorado como resultado la confianza de los inversores, especialmente en sectores como minería y energía, consolidando su atractivo en un contexto regional heterogéneo.


En general, puede decirse que estos tres países concentran las motivaciones estratégicas más relevantes de los operadores, quienes suelen diferenciar sus enfoques y estrategias en función del mercado, evitando así la dependencia excesiva de los supuestos regionales.


A pesar del optimismo, los riesgos sistémicos persisten. El 63% de los encuestados identifica los recientes cambios políticos en la región y su impacto en los niveles de incertidumbre como el principal obstáculo para el M&A, seguido de las tensiones comerciales generadas por los aranceles globales (58%). Además, nueve de cada diez líderes afirman que los problemas fiscales han interrumpido una transacción en esta región, siendo el ajuste en la valoración la consecuencia más común. Paralelamente, los encuestados señalaron que las áreas más complejas para realizar due diligence son las legales (37%), fiscales (35%) y financieras (35%), lo que evidencia la necesidad de contar con asesoría especializada y conocimiento granular del entorno local. 

Finalmente, la integración posterior a la fusión emerge como el desafío más subestimado, ya que solo el 45% de las operaciones recientes consideró haber logrado una creación de valor “buena” o “excelente”, en tanto que la alineación organizacional y cultural se posiciona como el aspecto más difícil de gestionar, seguido de la armonización de las estructuras fiscales y legales. El déficit de rigor inicial y la falta de planificación en la fase posterior a la fusión explican en gran parte por qué la creación de valor a largo plazo sigue siendo una meta esquiva para muchas organizaciones.

Frente a este escenario, las empresas líderes adoptan enfoques holísticos que priorizan modelos de asesoría de ciclo completo (57%) y estructuras contingentes de precios para gestionar incertidumbre. La incorporación de inteligencia artificial en fases críticas, como la integración y la creación de valor, está ganando terreno: el 77% la utiliza en alguna etapa del ciclo, aunque solo un 23% la emplea para apoyar el due diligence. Esta tendencia refleja un cambio hacia la utilización de capacidades predictivas para agudizar las respuestas ante choques del mercado y acelerar la captura de sinergias. Asimismo, casi todas las organizaciones (99%) están rediseñando sus estructuras de transacción para absorber riesgos, lo que indica que estos no son incidentales, sino sistémicos. Las medidas más comunes incluyen aislar la exposición regulatoria o fiscal y diferir pagos mediante precios contingentes, estrategias que buscan equilibrar la volatilidad inherente a la región con la necesidad de asegurar retornos sostenibles.

En conclusión, el estudio revela que la experiencia adquirida en América del Sur fortalece la resiliencia organizacional frente a entornos volátiles, lo que se traduce en ventajas competitivas globales. Operar en mercados caracterizados por incertidumbre cambiaria, tasas de interés fluctuantes e inflación elevada obliga a las compañías a desarrollar capacidades transferibles que resultan críticas en un contexto internacional cada vez más incierto. Esta dinámica convierte a la región en un laboratorio estratégico para perfeccionar habilidades en estructuración de transacciones, gestión de riesgos y planificación, que son competencias muy demandadas en los mercados desarrollados. Más allá de los rendimientos inmediatos, las lecciones aprendidas en las transacciones realizadas en esta región brindan a los inversionistas la agilidad necesaria para maniobrar en escenarios globales complejos, consolidando así un carácter y liderazgo basado en la anticipación y la disciplina.

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