Por: Angelica Rodriguez

Supervisora de Manufactura y Servicios

KPMG Colombia

La ética profesional es un valor fundamental en cualquier disciplina, y en el caso del revisor fiscal en Colombia, adquiere una importancia especial. Esta figura, única en el país, tiene la responsabilidad de vigilar el cumplimiento de normas contables, legales y administrativas dentro de las organizaciones y más en un entorno empresarial cada vez más exigente y regulado. Su labor está profundamente ligada a principios éticos que garantizan la transparencia, la legalidad y la confianza en la información financiera. La ética profesional del revisor fiscal se convierte entonces un eje fundamental para el buen funcionamiento de las organizaciones y la protección del interés público u usuarios de la información.

La ética del revisor fiscal se basa en valores como la independencia, la objetividad, la confidencialidad y la integridad. Estos principios están consagrados en la Ley 43 de 1990 y han sido reforzados por normas recientes como la Ley 2195 de 2022, que vincula al revisor fiscal con la evaluación de programas de transparencia y ética empresarial.

Actualmente el principal reto es evitar conflictos de interés, pues el revisor fiscal debe actuar con total imparcialidad, sin dejarse influenciar por presiones internas o externas. Su firma en los estados financieros representa una garantía de verdad y razonabilidad, por lo que cualquier desviación ética puede tener consecuencias legales, penales y/o reputacionales.

Además, el revisor fiscal tiene la responsabilidad de denunciar irregularidades cuando detecta actos de corrupción, fraude o incumplimiento normativo. Esta función lo convierte en un actor clave en la lucha contra la corrupción, como lo establece la Ley 2195. No basta con revisar cifras: debe tener el valor ético de actuar cuando los principios se ven comprometidos.

Para cumplir con su responsabilidad ética de forma efectiva, el revisor fiscal necesita estar al día con las normativas vigentes, involucrarse activamente en procesos de formación continua y ejercer criterios profesionales bien fundamentados. Asimismo, las firmas de auditoría y los organismos de control tienen el deber de promover una cultura ética sólida que respalde su trabajo, evitando que esta figura se reduzca a un mero símbolo sin capacidad de acción real.

La ética del revisor fiscal en Colombia no es un complemento, sino el eje central de su labor. En tiempos donde la confianza se ve debilitada por escándalos financieros y actos de corrupción, este profesional debe ser un referente de rectitud, un defensor de la legalidad y un ejemplo de integridad, su compromiso ético no aporta a la consolidación de instituciones más confiable, sino que contribuye al desarrollo de una sociedad más justa y transparente.