Desde que el concepto de sostenibilidad fue introducido en el sector financiero, un nuevo tipo de riesgos han emergido: los riesgos de sostenibilidad, también conocidos como riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Estos se enfocan en el efecto potencial que las partes interesadas tales como clientes, proveedores externos, empleados, y el entorno, que una organización pueda tener y en el impacto que la organización pueda generar en sus partes interesadas y entorno debido a sus actividades. Cuando ocurren, los riesgos ESG tienen o pueden tener impactos negativos en los activos, la posición financiera, ingresos, o la reputación del banco.

Debido a los debates políticos actuales, posiblemente también a consideraciones de materialidad, la atención está puesta en los riesgos ambientales y el cambio climático.

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