La innovación tecnológica ha tenido un desarrollo sin precedentes, y los hechos derivados de la crisis sanitaria que empezó a presentarse a finales del año 2019, nos llevó a una aceleración en el aprovechamiento de la tecnología, tal como el rediseño de muchos procesos clave y de soporte en las organizaciones para diferentes formas de trabajo, una mayor cantidad de transacciones en línea, la necesidad de una mayor automatización de procesos, la implementación de controles de ciberseguridad, así como el uso de Inteligencia Artificial, Blockchain y tecnologías emergentes. Este desarrollo ha requerido que haya cambios en la manera en la que se realiza el aseguramiento sobre la información financiera.

Lo anterior, se respalda con la publicación de la PCAOB, denominada “Data and Technology Research Project Update” (mayo de 2021), en la que se presentan consideraciones respecto a la importancia del uso de la tecnología para el aseguramiento del control interno y las actividades de auditoría. Esta institución está haciendo su propio esfuerzo para actualizar los estándares de evidencia de auditoría para reflejar el uso creciente de herramientas basadas en tecnología. Un claro ejemplo es la evaluación que se viene realizando sobre la necesidad de cambiar el estándar AS 11051, citando avances en la tecnología que afectan la naturaleza, oportunidad, preparación y uso de información financiera.