Las organizaciones dependen cada vez más de proveedores externos para ofrecer productos y servicios críticos para el negocio y sus clientes. A su vez, descubren que las fallas de terceros pueden dañar rápidamente su reputación y tener importantes implicaciones operativas y de costos.

A medida que las organizaciones abordan sus preocupaciones en torno a estos temas, es evidente que necesitan una estrategia clara para la selección, aprobación y gestión de terceros. Debido a que hay varias partes involucradas, tanto del negocio como de las funciones de supervisión de adquisiciones y riesgos, desarrollar e implementar esta estrategia sigue siendo un gran desafío.

A medida que las empresas se adaptan a las nuevas condiciones operativas, a raíz de la interrupción causada por los eventos globales y la incertidumbre económica, muchos reevaluarán el perfil de riesgo de sus terceros y su propia capacidad de recuperación. En dicho contexto, la necesidad de un programa de Gestión de Riesgos de Terceros (TPRM, por sus siglas en inglés) sólido y sostenible será más importante que nunca.

La Gestión de Riesgos de Terceros (TPRM) es una prioridad estratégica

Una encuesta realizada a 1.100 ejecutivos senior de TPRM de las principales empresas en 14 países, y que además representan a 6 industrias, arrojó los siguientes hallazgos clave:

  • Aproximadamente tres de cada cuatro encuestados (77 %) dicen que el TPRM es una prioridad estratégica para su negocio, dado que la reputación de éste está directamente relacionada con el desempeño de sus terceros.
  • Tres cuartas partes (74 %) admiten que necesitan urgentemente que el TPRM sea más consistente en toda la empresa. Muchas organizaciones no están preparadas para la complejidad que surge de evaluar múltiples riesgos de manera cohesiva en todas las líneas de negocio y regiones.
  • La mitad de las empresas (50 %) no tienen las capacidades internas suficientes para gestionar todos los riesgos de terceros a los que se enfrentan. Las organizaciones pueden lograr, tanto la eficiencia como la eficacia, adoptando un enfoque basado en el riesgo para evaluar y monitorear los productos y servicios de terceros que presentan el mayor riesgo para la organización.
  • Los datos y la tecnología están mejorando el rendimiento de los equipos de TPRM. Aun así, solo una cuarta parte de las empresas están utilizando tecnologías para mejorar la automatización del flujo de trabajo o el monitoreo de terceros. Sin embargo, el 61 % indicó que cuando dispongan de nuevos fondos los destinarán a la inversión en tecnología.
  • Es hora de escalar el programa de manera sostenible. Tres de cada cuatro ejecutivos (76 %) indican que hay fondos disponibles o que están aumentando los mismos para evolucionar y fortalecer sus programas de TPRM.

¿Cómo debería una empresa transformar su programa de TPRM para asegurarse que esté optimizado en los cuatro pilares de gobierno, procesos, infraestructura y datos? En nuestra opinión, hay cuatro pasos clave que las empresas deben tomar: